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Los partidos entre el Levante y el Valencia han cobrado gran relevancia en estos últimos años. No es frecuente encontrar familias y grupos de amigos en los que hay corazones de ambas tendencias en el campo y ante la tele. Pero ahora, además, este derbi ha dado un salto internacional, sobre todo enfocado hacia Oriente, ese nuevo cofre del tesoro hacia el que el fútbol nacional de élite se está dirigiendo en avalancha. El aterrizaje de Lim en el Valencia y el patrocinio del Levante por parte del grupo australiano y surcoerano «K 8 Australian Assets PTY» a través de la marca «East United», han dado un giro asiático a ambos.

Especialmente relevante es el caso blanquinegro donde el singapurés Peter Lim ha adquirido el 70,04 por cien de las acciones por 94 millones de euros.

Pero no es esta la única inversión valencianista en aquel continente. Junto con Atlético de Madrid y Villarreal participan en el proyecto Wanda. Una iniciativa en la que se envían a jóvenes promesas chinas a estos tres clubes para potenciar sus carreras. Por ejemplo, en Valencia los primeros 20 llegaron hace dos temporadas y en septiembre aterrizó una nueva generación de 10 futbolistas, todo ello con una inversión de unos 2 millones de euros.

En el Levante, Asia entra con fuerza tras el contrato firmado el pasado mes de octubre por el patrocinio de las camisetas para las tres próximas temporadas y que incluía también la expansión de la marca del Levante en Asia. De momento han pagado 700.000 euros por la presente temporada, que no era completa y se estiman más ingresos para las próximas, siempre y cuando el equipo se mantenga en Primera.

En España la mitad de los equipos de la Liga BBVA tiene vínculos con empresas orientales. La propia LFP cuenta como patrocinador principal con la empresa china de móviles Huawei, que también respalda al Atlético de Madrid, en cuya camiseta se exhibe Azerbaiyán. En el acto de renovación del acuerdo del vigente campeón el pasado marzo el embajador Altai Efendie, destacaba que es «un país joven, emergente, con muchos recursos naturales y una gran oferta cultural». Un discurso que podría argumentar también Peter Lim sobre Singapur.