El hijo del expresidente del Valencia CF Juan Bautista Soler ha testificado este miércoles en el juzgado que su padre "siempre" le ha dicho que no sabía "nada" del presunto secuestro al otro expresidente del club che Vicente Soriano, y ha añadido que sufrió "amenazas".

Soler hijo se ha pronunciado así en su declaración como testigo ante el titular del juzgado de Instrucción número 12 de Valencia, encargado de la causa que se sigue contra su padre y otras cuatro personas más por el supuesto intento de secuestro a Soriano.

Durante su declaración, el hijo de Soler ha explicado que hubo una reunión entre su padre, Tati --un empresario marroquí también imputado en el procedimiento-- y el confidente para tratar el tema de la venta de la deuda que su padre tenía frente a Vicente Soriano.

La misma fue "totalmente distendida", ha dicho, y ha explicado que se le entregó al confidente un dossier en el que constaba información acerca de la deuda de Soriano --sentencias y un informe de un detective que fue efectuado para averiguar sus bienes--.

Soler ha indicado que el objeto de la reunión era "exclusivamente" el tema de la deuda, y que el confidente les explicó que había sido "campeón olímpico" y que "tenía multitud de contactos empresariales y políticos que podía utilizar para encontrar un comprador".

Además de esta reunión, el hijo del expresidente del Valencia CF ha narrado otros encuentros con "otras personas" para intentar efectuar la venta de la deuda, a las que también entregaron el dossier que dieron al confidente. Soler ha afirmado que ya no sabe nada más hasta que detienen a su padre, el cual "siempre" le dijo que no sabía nada del asunto y que sufrió amenazas, según ha relatado.

En un Jaguar

También ha indicado que una vez iniciadas las diligencias judiciales, el confidente intentó ponerse en contacto con su padre y, en concreto, en una reunión que tuvieron en el despacho del abogado, en el momento en que éste y otro compañero salieron a fumar, vieron llegar al confidente "con un jaguar" y les indicó que dijeran a Soler que "la oferta" seguía "en pie".

Por último, ha señalado que Tati fue la persona que les presentó al confidente pero que "no tuvo ninguna intervención más en el tema" y sobre el abogado imputado, Juan Carlos Navarro, ha asegurado que lo conoce "exclusivamente" porque es letrado y por temas profesionales, "pero no por nada relacionado en el presente caso", ha puntualizado.

Así mismo, ha afirmado que al empresario imputado Ciro D'Anna lo conoce "de toda la vida" ya que tenía un restaurante al que iba la familia y amigos a comer, y posteriormente montó una cafetería a la que también acudían "de vez en cuando".

La versión de Soler concuerda con la que ofreció su padre en el juzgado hace unos meses, cuando declaró que fue el confidente de la Policía el que le propuso secuestrar a Vicente Soriano porque le comentó que era la mejor forma para solucionar los problemas que mantenía con él por el dinero que le adeudaba. Al negarse, comentó que se sintió amenazado, por lo que le dijo que "sí" a todo. Pero solo para "abortar el tema" y "salir de allí".

Por su parte, Soriano declaró que el confidente se presentó en su despacho en el mes de abril y le alertó del intento de secuestro ideado por Soler y de cómo iban a torturarle. En concreto, le explicó que pensaban llevarlo a Francia y desde allí mandar a su familia "un dedo" suyo o "una oreja", según relató al juez.

Esta causa se originó el pasado mes de abril, cuando la policía detuvo inicialmente a Soler y a otra persona más por el intento de secuestro a Soriano para el pago de una deuda económica.

Vicente Soriano llegó a la presidencia del equipo valencianista tras llegar a un acuerdo con Juan Soler para comprarle su paquete accionarial dentro de la operación en la que estaba involucrada la empresa Inversiones Dalport, grupo que finalmente no llegó a hacerse con el Valencia.

Esta transacción ha llegado a los tribunales, en los que ambos expresidentes se han enfrentado en relación al proceso de venta del paquete accionarial. De hecho, en 2013, el Tribunal Supremo dio la razón a Soler y confirmó que Soriano y Dalport tenían que pagarle 39 millones de euros por incumplimiento del contrato de la venta de acciones. Con anterioridad, el alto tribunal había condenado también a Soriano y a la empresa a pagar 20 millones de euros a Soler por impago del primero de los cuatro pagarés por la venta de acciones del club.