En Vigo estuvo una temporada tras el fiasco dirigiendo a la AS Roma, donde llego tras su primera experiencia en los banquillos como técnico del filial azulgrana. Yoel reconoce que desde el primer día que llegó, él y sus compañeros se dieron cuenta que acabaría entrenando al FC Barcelona, al entender el fútbol de la misma manera.
«Se vio rápido, al principio de temporada cuando pasó la desgracia de Tito Vilanoa se habló de que el Barça se lo quería llevar ya pero él decidió quedarse porque había firmado su contrato y quería cumplirlo, pero estaba claro que iba a estar ahí. En Vigo acababa contrato y estaba claro que el Barça iba a ser el primer club en ir a por él».
Y en el cuadro azulgrana, a excepción de algunos matices por los diferentes futbolistas que entrena lo cierto es que su idea de fútbol no ha cambiado. «Es lo mismo, él lo tiene claro. Además, le da igual que el equipo vaya ganando o perdiendo, al final su filosofía es esa. El partido lo prepara de una manera durante la semana y cuando llega el partido no quiere que cambies el sistema a falta de 20 minutos, íbamos con esa filosofía a muerte», recuerda Yoel, que fue uno de los que quedó convencidos de que era lo mejor para el Celta: «Uno de sus objetivos era hacerle ver al equipo que esa era la idea y la idea correcta, por eso iba a muerte con ella».
¿Ve similitudes entre Luis Enrique y Nuno Espírito? «Creo que a la hora de la agresividad, fuerza e intensidad que quiere que le demos al partido, ahí se parecen más. Son dos entrenadores a los que se les gusta entrenar con gran intensidad porque así es como luego se juega».
Esta temporada el portero blanquinegro ha visto varios partidos del FC Barcelona, sobre todo de la Champions, y no cree que «se les puedes cuestionar porque pierdan un partido».
En los últimos partidos han mejorado mucho, recuperando la fuerza del centro del campo, a lo que añaden el excelente estado de forma de Leo Messi, batiendo los récords goleadores tanto en la historia de la Liga como en la Champions.
Yoel espera ya el momento en el que abrazar a Luis, que le hizo mejor portero.
