Soriano y Obiang, a escena por los movimientos de la Sampdoria

El Valencia sigue atento a los movimientos de mercado. La Sampdoria es un club marcado en rojo en la agenda de la dirección deportiva dirigida por Francisco Joaquín Pérez Rufete y Fabián Ayala. Con el club genovés, revelación de la Serie A, existe una fluida relación. De allí vino Shkodran Mustafi y se siguen a varios de sus emergentes valores, como los centrocampistas Roberto Soriano y Pedro Obiang, de 23 y 22 años respectivamente, titulares habituales en los esquemas de Sinisa Mihajlovic. De ambos jugadores hay informes acumulados desde hace un año.

Si se ha reactivado la posibilidad de incorporarlos es, en parte, por la pretensión de la Sampdoria para reforzarse de cara a la segunda vuelta. Su presidente, el excéntrico Massimo Ferrero, está en los últimos días de tour por Europa con una idea: vender para poder fichar y cumplir con el fair play financiero de la UEFA. El pasado miércoles hizo escala en Londres y ayer en Barcelona. Los blucerchiati tienen en mente al atacante del Udinese Luis Muriel y no descartan algún otro golpe importante, pero todo pasa por soltar lastre antes. El primero ha sido Gabbiadini, fichado por el Nápoles.

La versión del Valencia no ha diferido. Antes de seguir reforzándose sería necesario aligerar la plantilla. El futuro de jugadores como Carles Gil, Zuculini, Filipe, Rober y Pereira puede variar en las próximas semanas.

Tanto Soriano como a Obiang han sido «espiados» en directo y se tienen informes detallados. El primero es un centrocampista de gran presencia física, no exento de clase y llegada al área rival. Obiang, español de ascendencia ecuatoguineana, es un efectivo mediocentro de contención y fue fichado con 16 años por la Samp del Atlético de Madrid. Desde Génova también se ha asociado al delantero Stefano Okaka con los blanquinegros, aunque este extremo no ha podido ser confirmado por este periódico. Se prevén cambios en la Sampdoria, y tras la última derrota Mihajlovic apremió a que pasen pronto: «Por culpa del mercado algunos jugadores tenían la cabeza en otra parte».