Dos puntos perdidos

La estrategia era hacerle daño desde el principio, pero los de Vigo salieron con un sistema idéntico, con el 3-5-2 que tan buen resultado le dio al Valencia ante el Madrid. Eso provocó lo mismo que el domingo pasado le hizo Nuno a Ancelotti, pues el conjunto valencianista sufrió una presión muy alta. Quizás por eso le faltó frescura, desapareció la intensidad y la posesión. Hasta que llegó el gol de Rodrigo, que volvió a venir en una internada por la derecha. El Celta pese a tener el control iba por detrás en el marcador, pero el Valencia se retrasó incomprensiblemente, no sé si por cansancio o por el sistema rival. Eso provocó el empate, e incluso pudo ganar en la última jugada del partido en una ocasión de Orellana. En definitiva, hubo mucha distancia entre lineas durante todo el encuentro. Y el Valencia no se puede permitir ganar tres grandes puntos ante el Madrid y perder dos en Balaídos.

Suscríbete para seguir leyendo