Sufrimiento extremo para arañar un punto

Las esperas en un hotel de concentración, cuando el partido es a última hora, da para que los futbolistas reflexionen. En el grupo, alimentados aún por la euforia que significó vencer al Real Madrid, verse ante la posibilidad de sumar 40 puntos en la primera vuelta era una dosis de moral extra. Realmente tenía muchísimo mérito, aunque en los tiempos actuales doblar esa puntuación ya no vale para ganar una liga, pero sí para darse cuenta de dónde quiere llegar el Valencia CF actual. Alejados del conformismo, convertir la victoria en un hábito es lo que te convierte en uno de los grandes. Y la victoria al Celta era importantísima... pero sólo se arañó un punto. No hubiera sido justo algo más, pero ganar sí o sí, aunque no desplegues tu mejor fútbol, es el objetivo

Mas allá de que estadísticamente no dejaban de ser tres puntos, alcanzar los 37, a la espera de recibir al Almería... y al Sevilla, era esperanzador. Esto no significaba que el equipo dirigido por Nuno se fuera a convertir en aspirante a conquistar la Liga, como reitera el técnico ahora no se está compitiendo por ello, pero sí asentarse en el camino de los triunfos. Ante el Celta no se hizo el partido más brillante, faltó circulación de balón, no se tuvo la profundidad por las bandas de partidos anteriores, Negredo insistía una vez en regalar a los espectadores con un recital de balones bajados del cielo? y casi sin merecerlo, emergió Rodrigo desde la banda derecha „a Nuno le agrada despistar en público al rival, al advertir que era una opción para actuar de carrilero izquierdo„ para elevar el 0-1 en el marcador. Son cada vez más habituales los debates sobre la justifica de un resultado o no, hay quien prefiere la dulcura del triunfo antes que practicar fútbol de salón pero regresar a casa cabizbajo.

Al final el Valencia CF no logró ganar, sufrió mucho hasta para arañar un punto, pero es uno de los aspectos que deben copiar del mejor equipo blanquinegro de la historia. Para convertir la victoria en un hábito debes vencer encuentros como el de Vigo, cuando no juegas bien pero te ves con ventaja. A Berizzo le vino de dulce la entrada de Nolito al descanso, les bastó para encerrar atrás a un Valencia que jugó al límite hasta que llegó el empate. No hay motivos para pasar de la euforia a la desilusión, pero Nuno quiere convertir las victorias en una forma de vida y para ello, el día en que no estás fino pero te colocas con ventaja? hay que edificar ese muro en defensa que te permite ganar.