Es la persona que más simpatía despierta. Disfruta desde el anonimato. Su presencia impone. A él nadie le conoce, sí a quién da vida. Es la mascota del Valencia. El Rat Penat. Los niños lo adoran y a los mayores les gusta presumir de compartir plano con él. Desde hace catorce años, en la temporada que al final el Valencia ganó la Liga con Rafa Benitez de entrenador „la 2001-02„, es Julián Carabantes quien se esconde bajo el corpulento murciélago del Valencia. «En una cena organizada por el club a principios del verano de 2001, y en plan cachondeo, me lo propuso Julián Suescun „responsable de seguridad del Valencia„. Dije que sí. Pero no le di más importancia porque pensé que era broma. En agosto cual fue mi sorpresa cuando me llamaron para decirme que fuera a probarme el traje. Me vestí, salí en un partido, me lo pasé bomba y ahí sigo», relata Carabantes quien se ha convertido en un personaje esencial en todos y cada uno de los actos festivos con presencia del Valencia.

Julián que, de una u otra manera, está enrolado en el club desde 1990 disfruta «al máximo» cada vez que se viste de mascota. «¿Cómo me va a molestar que me llamen ´la mascota´? „interrumpe„. Si alguien se dirige a mi en plan despectivo le suelo contestar que ´lo que me divierto yo no lo haces tu´», sostiene. «De verdad „insiste„ que me produce una gran felicidad hacer de murciélago. Ver la cara de asombro y de alegría de los niños no tiene precio. A veces es curioso cómo algunos peques no saben el nombre de los jugadores y cómo se dirigen a mi como si fuera un murciélago de verdad. La reacción inocente de los niños es indescriptible. Algunos, cuando me acerco a ellos, incluso lloran», se emociona el presidente de la comisión Barrio de Beteró y uno de los personajes más activos del mundo fallero.

El murciélago, una de las caras más alegres y simpáticas del valencianismo, sueña con volver a celebrar un título y revivir las emociones de hace una década. «La fiesta previa entre aficiones de la final de la Liga de Campeones en Paris fue fantástica, pero lo más impresionante fue salir junto a Rafa Benitez al centro del campo cuando ganamos la UEFA en Goteborg y cantar el himno regional», rememora, mientras aún le duele revivir cómo el Sevilla privó al Valencia, el 30 de abril de 2014, de jugar la final de la Liga Europa. «Lloré de rabia cuando Mbia marcó en el último minuto», apunta Carabantes que señala a Carboni como el jugador «más detallista» de cuantos ha conocido y recuerda que, cuando Djukic era jugador, le pidió en una ocasión que se quitara la cabeza para que sus hijos comprobaran que, tras el disfraz, se escondía una persona. «Cuando vino de técnico fue él quién me lo recordó», apunta el murciélago que, de paisano saluda a gente relacionada con el mundo del fútbol y no le reconocen.