Oportunidad perdida

Como dijo Nuno se trataba de una final, como todos los partidos de vuelta de Copa. El Valencia perdió anoche una gran oportunidad para estar en una competición, que aunque en los últimos años se había degradado, volvía a ser un sueño para el valencianismo, pues tenía un camino fácil hasta la final. La expulsión de Mustafi marcó el encuentro. Pero esa jugada se dio porque el Espanyol salió con la presión muy alta y eso provocó el desconcierto de la zaga del Valencia. Con diez, Nuno pasó a dos líneas de cuatro y según pasaba el partido se fue retrasando más, lo que provocó más presión de los «pericos». El Espanyol presionaba después de perder el balón, mientras el Valencia era incapaz de mantenerlo. En la segunda parte, el Valencia salió con la idea de aguantar en defensa y aprovechar las contras con Negredo, pero con muy poca definición. Cometiendo faltas sin sentido, como la que dio origen al primer gol de Caicedo. Una pena.

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