Una copa menos

La expulsión de Mustafi provocó que el sueño de la Copa se convierta en pesadilla. Hacía tiempo que el camino hasta la final no era tan favorable. Es incomprensible el lío que se hace todo un campeón del mundo cerca del área. Pero esa desafortunada entrada de roja directa condicionó el resto del encuentro. El renovado Nuno Espiritu Santo tuvo que variar el sistema para rearmar al Valencia pero esta vez no le salió nada, aunque había minutos de sobra. Es más, parecía incapaz de ofrecer soluciones, pues cada minuto que pasaba el Espanyol iba comiendo terreno con muy malas intenciones. El entrenador del Valencia fió toda la eliminatoria a la defensa, pero olvidó que un gol hubiera puesto muy nervioso a los «pericos», sin embargo el agobio fue «taronja». La imagen anoche en Cornellà fue la de un equipo desnortado.

No sé quién decidió hacer pública la renovación del técnico luso antes de la eliminatoria ante el Espanyol, pero se lució. Igual que los que estamparon la firma para que el contrato sea de larga duración, supongo que Mendes y Lim, porque se saltaron todos los tiempos habituales de Mestalla y del resto de clubes de la Liga. Además de hacerle un flaco favor al preparador portugués. Sobre todo porque Nuno lo va a tener muy difícil ahora en casa, y al primer tropiezo, que desgraciadamente lo habrá, la cátedra no entenderá tanta condescendencia del propietario con él. De las derrotas se aprende y espero que a partir de ahora a Nuno le entré un poco de humildad, porque hay días que parece el fundador del Valencia CF. De nada vale robar el protagonismo a los futbolistas cuando sale al centro del campo tras el pitido final, porque todavía no ha ganado nada. Asimismo si hubiera tenido el detalle de asistir a alguna de las peñas, hubiera comprobado la ilusión del valencianismo por celebrar un triunfo, porque la Copa de 2008 todavía está por pasear.

Ya sé que todas esas cosas son una chorrada en el fútbol global que propugna él y los que lo han puesto, pero la práctica del distanciamiento sirve cuando las cosas van bien. La proximidad es buena para dirigir los fracasos, y sin duda quedar eliminado en octavos es un rotundo revés. Se va a hacer muy larga lo que queda de temporada y la clasificación para Champions se ha vuelto obligatoria. Y no olviden que «a les cartes no guanya qui té més diners».

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