El GPS del Valencia

Antes eran las brújulas y ahora son los GPS. Está bien claro que Peter Lim se lo ha dado a Nuno Espirito Santo. Pero no sólo para marcar el rumbo deportivo, probablemente estamos ante una especie de presidente, director deportivo, portavoz y entrenador. Todo a la vez. Ahora el todopoderoso entrenador ha anunciado cambios estructurales. Hábil y rápido estuvo el periodista Alberto Santamaría, al igual que Carlos Martínez, como diría el que fuera ministro Corcuera, a «repreguntar», al percatarse que Nuno estaba anunciando, algo más que las clásicas altas y bajas en la plantilla. El técnico acabó reconociendo que ésta es una semana muy importante para tomar decisiones refiriéndose a «todos los parámetros del club». De momento el manejo del GPS le gastó una mala pasada en su viaje a Cornellà. Al igual que le ocurriría, casi el mismo día, al líder del partido socialista Pedro Sánchez en Estados Unidos. El despiste tanto en el camino de la Copa como en el de la Universidad George Mason sirvió para dar argumentos a los que piensan que ambas naves no están dirigidas por los mejores capitanes. Lo que dijo el rector de la Universidad ya lo sabemos. Y es que ahora hay aficionados que tienen dudas, aunque esperan que Nuno sepa capaz de dirigir mejor el club que la competición de Copa. Por si acaso la renovación de su contrato se comunicó antes del descalabro copero. Bien pensado. El entrenador tiene hilo directo con el propietario, perdón, con el accionista mayoritario. Sabe lo que quiere Lim, Peter para los amigos, cómo y cuando. Nuno ha llegado al Valencia y ha sido «mega renovado» por su relación con el empresario de Singapur, pero sobre todo por su condición de representado de Jorge Mendes. Esto, de entrada, ya es un aval, y también por lo que demostró en el modesto Río Ave. De lo novedoso que fue en su día aquello de entrenador-jugador pasamos ahora a algo así como entrenador-ejecutivo. Una versión moderna de lo que en su día representaba Sir Alex Ferguson para el Manchester, o el propio José Mourinho. Nuno, al igual que Pedro Sánchez, ya es conocido. Ahora sólo falta que demuestre lo que es capaz de hacer. En su mano está el GPS del Valencia. El primer destino es la Champions. Los políticos tienen un partido cada cuatro años, en el fútbol cada semana y muchas veces cada tres días.

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