Cuando Pablo marca, sus tres grandes amigos de Almería€ se alegran como él, o más. Y en los últimos goles, el argentino ha querido tener un gesto con ellos, llevándose cuatro dedos de su mano a la cabeza, haciendo referencia al cuarteto de amigos que forman. Es una celebración que no ha salido de la improvisación, lo hablaron hace unas semanas y tras festejarlo con sus compañeros, mientras regresa a su campo hace el gesto que simboliza su amistad.
El argentino es una de las personas más queridas en el vestuario. Su carácter alegre y la profesionalidad que le ha llevado a disfrutar tras meses de sufrimiento, por lesiones graves y la decisión del club que no compartió cuando quiso venderle, lo comparte ahora en el vestuario y con los amigos que siempre estuvieron a su lado€ cuando más lo necesitaba.