Peter Lim huye de cualquier tipo de protagonismo. El propietario del Valencia quiere ser discreto, aunque no siempre lo consigue. Su figura en Valencia cotiza al alza y, a su pesar, eso siempre despierta una gran expectación. Lim llegó a Valencia a primera hora de la mañana y todo apunta que permanecerá en la ciudad el fin de semana. Su avión privado —en el que en el fuselaje ha estampado el escudo del Valencia CF— aterrizó en la terminal de vuelos privados de Manises y, en una furgoneta de alta gama, el dueño del club se trasladó a un hotel del centro de la ciudad. Y allí, acompañado de su esposa Cherie, permaneció hasta pasadas las ocho de la tarde. No acudió a la comida oficial con el Deportivo, a la que sí fue la presidenta Lay Hoon.

El singapurés entró en Mestalla por una de las puertas laterales —su vehículo lo aparcaron en las entrañas del campo, en la esquina del córner sur— y caminando por la banda mientras los futbolistas calentaban, se dirigió directamente al palco vip dónde conversó con varios de sus afines. Vestido de oscuro junto a su esposa que escogió el color beige para su vuelta a Mestalla, la pareja acompañada de Lay Hoon y Kim Koh recorrió los escasos metros que separan la esquina del túnel de vestuario y saludó con timidez a todos los que le aclamaron. En el palco, el dueño del club se reencontró con su hijo Wee Kiat y su hija Kim que viajó a Valencia desde Paris dónde había asistido a varios desfiles de la Semana de la Moda. La joven, totalmente volcada con el club, está en Valencia junto a un numeroso grupo de amigos.

Lim, que es un empresario tremendamente discreto en sus actuaciones, vio el partido desde su palco privado junto a su familia y cedió el protagonismo a la presidenta Lay Hoon. En varias ocasiones, el máximo accionista se asomó para comprobar cómo se encontraba la grada y sobre todo para ver cómo la Curva Nord animaba y contagiaba de su entusiasmo a todo el estadio.

Tras el partido, el empresario felicitó a Nuno Espirito Santo y a varios jugadores y, con la misma discreción con la que llegó al campo, lo abandonó. El propietario del Valencia no vio un soberbio partido pero pudo disfrutar de la victoria y de ver cómo su equipo se colocaba con 57 puntos momentáneamente tercero.

Esta es la cuarta ocasión que Lim visita Valencia y ve en directo a su equipo. La primera fue con ocasión del Valencia-Elche del 25 de octubre del año pasado, inmediatamente después de oficializarse la nueva propiedad del club. Con posterioridad, Lim vino a Mestalla el 30 de noviembre para ver el partido contra el Barcelona, en la que es la única derrota presenciada hasta el momento (0-1), y el pasado 4 de enero en la remontada ante el Real Madrid (2-1). Esta visita, además, se produce cuando se han cumplido los primeros cien días desde que se firmó la compraventa del Valencia CF el pasado 1 de diciembre.