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La firma invitada

Valencia, es el momento de arriesgar e ir a por todas

Valencia, es el momento de arriesgar e ir a por todas

Afalta de diez partidos para el final y en las condiciones en las que está el Valencia, hay que jugársela. Existe un factor determinante en los otros tres equipos que compiten por el título, como es su participación en la Liga de Campeones. El Valencia no tiene ninguna otra obligación que la Liga y debe aprovecharla. Está en posibilidad de ganar, por lo menos, ocho de los partidos que le quedan por delante y de pelear en los duelos directos contra FC Barcelona y luego contra el Real Madrid. Esos dos partidos van a ser fundamentales porque el resto, insisto, los puede ganar tranquilamente. Es posible que tanto Barcelona como Madrid hayan perdido algunos puntos antes de medirse al Valencia.

Los rivales directos están metidos en unas instancias ya decisivas de la Liga de Campeones. Son equipos que tienen capacidad para jugar las dos competiciones, por supuesto, no es que deban elegir entre una u otra, pero está claro que existe un desgaste que puede afectar al campeonato.

Por experiencia puedo decir que la Champions, además de su exigencia deportiva, es un torneo que, sobre todo, distrae. Distrae mucho. No únicamente en los partidos sino también en los días previos, es un torneo de mucha expectación. La Champions te da mucho prestigio, desgasta mucho y luego no tiene que ser fácil enfrentarse a un equipo como el Valencia en la Liga.

En mi opinión, no es exagerado pensar que el Valencia puede pelear por el título, en absoluto. Será muy complicado llegar a ganarla, es evidente, porque ocho puntos son una distancia respetable. Pero con la Champions en el medio y con el choque directo de por medio, hay que intentarlo y arriesgar más que los otros. Madrid y Barcelona pueden permitirse empatar con el Valencia y verlo bien porque mantendrían su ventaja. Nosotros no podemos decir lo mismo. Valdrá la pena arriesgarse y no ver qué puede suceder o esperar a que los otros fallen. Hay que ir paso a paso. Los cuatro puntos que separan a Valencia y Madrid, por ejemplo, se pueden reducir a uno en un solo partido. No es tanto, quedando treinta por disputarse. El Valencia es el peor equipo contra el que puedes enfrentarte.

Los enfrentamientos directos van a ser importantes pero antes, claro está, hay que recortar todo lo que se pueda esa desventaja de ocho puntos. Algo, lo que sea, pero hay que vaciar en algo ese colchón, porque eso es lo que te va a dar más fuerza, más posibilidades, antes de medirte contra ellos. Únicamente con eso ya eres el equipo que viene atrás con fuerza, el que ves que se te acerca. Un motivo más de preocupación para los otros conjuntos. Hay que considerar que, dentro del respeto a rivales que son más poderosos y con más recursos, es posible ganar en sus estadios. Ya lo hicimos en nuestra época.

Lo podremos ver en los próximos partidos, los más inmediatos. No se puede especular y los duelos contra Villarreal y Athletic Club, clubes fuertes y competitivos, van a ser indicativos de lo que puedes llegar a aspirar. Si se ganan esos seis puntos, se reunirán más argumentos para pensar que cualquier desenlace es posible en esta recta final de campeonato. Los empates no sirven, por desgracia, en estas alturas, por lo que hay que arriesgarse.

El Valencia tiene fuerza, tiene un equipazo, tiene todas las semanas limpias por delante durante los próximos dos meses y medio. No tiene otro pensamiento posible que no pase por la Liga y puede preparar los partidos mucho mejor que los otros.

En el año 2003/04 también remontamos una desventaja de ocho puntos. Es cierto que el Madrid, que por entonces era el líder, se desplomó en las últimas jornadas, y que ahora es un equipo muy poderoso, que al igual que el Barça o el Atlético no va a perder tantos puntos, presumiblemente.

Pero, señores, el fútbol es bonito porque es del todo impredecible. Con el fútbol siempre pasa algo. Por mucha experiencia que tengas, por mucho que creas que conoces el deporte, a los equipos y a los jugadores, siempre pasa algo. Es un deporte en el que nunca dejas de aprender y, por lo tanto, nunca puedes descartar sorpresas. A lo mejor no pasa nada, también es posible, pero está al alcance del Valencia la posibilidad de pelearlo, arriesgar y, ¿por qué no?, conseguir algo, como ya hicimos en años anteriores.

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