Salió a disputar el duelo con una presión alta y sin dejar que el balón estuviera mucho tiempo entre los jugadores azulgranas. Además con un ataque organizado, tanto por las bandas, como por dentro. El planteamiento de la primera parte fue valiente y exigente físicamente, pero dos jugadas hicieron que no tuviera el premio merecido, el error en el penalti que pudo meter al Valencia en el partido, y el error antes de cumplirse el primer minuto que hizo adelantarse a los barceloneses. Pero insisto, el planteamiento de inicio de Nuno fue efectivo, tanto que el Valencia tuvo cinco ocasiones de gol, por dos del Barcelona. Ningún rival en esta, ni probablemente en muchas temporada, había puesto tan entre las cuerdas a los azulgranas. Pero eso debe ir acompañado de golpes efectivos, lo que representa el gol, porque sino ante rivales de esa entidad pasa lo que terminó pasando.
La segunda parte le pasó factura a los valencianistas, que notaron el tremendo esfuerzo. El juego del Barça hizo que se replegará más con la consiguiente falta de ataques a la portería de Bravo. Los cambios no aportaron nada, y los de Nuno perdían la pelota rápidamente, y así es difícil llegar con condiciones para intentar empatar el encuentro.
El Valencia le dio un auténtico repaso en la primera parte, y ha sido mejor en los dos partidos, tanto en Mestalla en la primera vuelta como ayer en el Camp Nou. Así que el 2-0 es un resultado inmerecido. El Valencia tuvo que empatar, o ganar.