Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El borde del área

Esa carrera

El fútbol es una exigencia continua. Por eso al Valencia se le exigía antes que jugara mejor, y ahora que tiró un partidazo de escándalo ante el líder en su feudo, se le pide que sea más efectivo

Esa carrera

De todo lo acaecido en el Camp Nou hay un aspecto esperanzador: este equipo sí compite. Me quedo con un detalle. Es una alegoría del carácter del equipo. Es la «Anatomía de un instante» como la que describió en su obra Javier Cercas haciendo un retrato de los pensamientos de Adolfo Suárez mientras el golpista Tejero tomaba el Congreso en el 23-F. Es el último instante del partido. El Valencia está roto por el esfuerzo, pero intenta un último centro desde la derecha. El ataque es interceptado y acaba en los pies de Messi con muchos metros por delante y mano a mano con Alves. Es inevitable. Se va a consumar la crueldad. El Barça va a marcar el 2-0... Pero del campo azulgrana y con una eternidad de metros de desventaja, Otamendi corre hacia su portería. Sabe (todos sabemos) que no va a llegar. Y en el mejor de los casos si lo hiciera simplemente evitaría un segundo gol local. No ayudaría a empatar el partido. Y aún así, Otamendi corre. Con el partido perdido y la abismal desventaja en su contra. Pero corre. Va a por Messi como alegoría del carácter de un equipo que da la cara. A este Valencia, (como a todos los «Valencias» de diferentes épocas) no se le pide ganar. Se le pide competir. Y este equipo compite.

No sé como irá Nuno de retórica en el cara a cara con el futbolista. Pero era el día idóneo para calcar el discurso que circula de Bielsa en el vestuario del Marsella tras perder un partido contra el PSG muy parecido al que perdió el Valencia el sábado. «Es muy difícil aceptar la injusticia. Pero escúchenme lo que les voy a decir. Si ustedes juegan así lo que queda de campeonato, acabarán obteniendo el premio que merecen. Acepten la injusticia porque todo se equilibra al final ¡Traguen veneno! Jugando así obtendrán el premio que merecen. Les felicito».

Ese discurso, es la pieza perfecta para no venirse abajo. Porque ahora viene lo más complicado. Ya no se pueden escapar más puntos. La competitividad exhibida en el Camp Nou, debe presidir cada segundo de cada partido de los seis que quedan. Cada acción de cada partido, debe ser una extensión de esa carrera de Otamendi en el Camp Nou. Y así, como dijo Bielsa, todo se acabará equilibrando. Mientras tanto, toca tragar veneno.

Compartir el artículo

stats