Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tiempo de juego

A las nueve menos cuarto

Hay partido, no se me vayan a despistar. Regresa la Liga a Mestalla y eso es sinónimo de felicidad

A las nueve menos cuarto

A falta de seis fechas para el término del campeonato tomaremos por costumbre, de aquí al final, agradecer el espectáculo. Como el fiel seguidor acude a ver a su equipo en la salud y en la enfermedad, cabrá recordar que, el actual Valencia, limita en puntos con la mejor versión de su historia: a la fortaleza de su corazón añadiremos que además esta campaña presume de buen cuerpo. Vuelve el fútbol, entre semana y a la hora fetiche, las 20.45, que es a los amantes de este deporte cuando dan cita las musas. Imposible no emocionarse aunque el calendario, los números y las últimas experiencias inviten a la prudencia. Mantenga (quien pueda) la calma.

Para alcanzar el paraíso quedan varios tránsitos por el barro; el primero llega esta noche. La cercanía con el final impide elegir batalla y por ello cada encuentro se convierte en un desafío para ambos bandos. Da igual que persigas sueños o huyas del fuego. Si el Valencia tiene poco margen de error, su rival se presenta sin puntos y a punto de perder el carnet. El último recurso nazarí hacia la salvación será el mayor peligro para propios y extraños: la conducción kamikaze. La ´cláusula del miedo´ impedirá a su técnico contar con Rober Ibáñez (22 años), extremo diestro al que Rufete augura un futuro prometedor en blanco y negro. Sin duda, el mejor alumno de entre todos los Erasmus (Fede, Vinicius). Sin él, Abel Resino pierde gol (cuatro tantos, máximo goleador entre los fichajes de invierno con Uche) y velocidad (alcanzó los 34km/h frente al Barça). Respiran Gayà y los controladores aéreos.

Precisamente Gayà será la única novedad respecto al once que maravilló sin premio en Can Barça. A vueltas con su renovación, se espera que Mestalla le recuerde que como en casa no se está en ningún sitio. Nunca está de más excederse con el cariño. De esa correspondencia con la grada también participarán dos futbolistas que llegaron para marcar diferencias y que, a pesar de su empeño, todavía no lo han logrado. Vuelve Enzo Pérez a la lista tras más de un mes ausente y con seis partidos por delante para reivindicarse. Su elevado coste y su caché se imponen hasta el momento a su rendimiento. Anden tranquilos: su carácter y su fútbol juegan a su favor. Esperemos que sea cuestión de tiempo.

En una situación similar se encuentra Negredo, sabedor que su entrenador ha desistido en su espera. El delantero vallecano ha pasado de tener el favor del técnico a ver los partidos a su lado. Para comprender su dolor, bastará con imaginarse a un tiburón enjaulado; traumático. Consciente de su situación, Negredo no se resigna y ante el Granada tendrá una nueva oportunidad para demostrarle al mundo que el gol no se olvida (lo saben en Los Cármenes). Quien seguirá en el equipo titular es Rodrigo, al que la suplencia le restó presión y ahora se le vuelve a ver alegre. Sus últimas actuaciones le han destapado como aquel zurdo atrevido y descarado que recordábamos. Solo el exceso de electricidad y el ansia por el triunfo, le ha privado de tener (por fin) su primera gran noche como valencianista. Quién sabe. Hoy, a las 20.45, Mestalla se vestirá una vez más con sus mejores galas. Y tal vez, sea para Rodrigo, el momento que andaba buscando: su primera cita con las musas€

Compartir el artículo

stats