De nuevo el Valencia cerraba la jornada liguera con la presión de las victorias del Atlético y Sevilla. Por su parte el Granada enfilaba el partido con la vista puesta hacia arriba mirando la posibilidad de acercarse a los equipos que están en la posición que le permitiria salvar la categoría. El Valencia sacaba de inicio el ya clásico sistema 1-4-3-3 que casi empiezan a recitar de memoria los aficionados. El Granada de Abel Resino y de Pepe Serer iniciaba con un 1-4-4-2 que sorprendía en cuanto a su composición, un tanto ofensiva, cuando lo que se esperaba era un Granada defensivo y guardando con muchos hombres su portería.
En principio era un planteamiento valiente por parte del equipo nazarí. Empezó el partido y el Granada que presionaba arriba y dificultaba las labores de creación del equipo valencianista. Pero poco a poco el Valencia fue ejerciendo su dominio con tranquilidad y tras un disparo lejano y flojo de André Gomes vino un buen centro de Barragán que fue rematado de cabeza alto por Parejo.
A partir de ahí el partido ya fue de dominio total por parte del Valencia sobretodo por la parte derecha donde Barragán y Feghouli creaban mucho desconcierto a sus rivales. Gayà a centro de Feghouli a punto estuvo de inaugurar el marcador pero fue Javi Fuego de cabeza y a la salida de un saque de esquina el que establecía el 1-0 en el marcador.
El Valencia mandaba en todas las facetas. Los centrales estaban inconmensurables y expeditivos, Parejo y André Gomes empezaban a tener mas espacios para lanzar sus milimétricos pases y la movilidad de los puntas no daban opciones al Granada.
El dominio era total y Mainz cometió penalti ante una buena entrada de Barragán por banda derecha. El claro penalti lo convirtió Parejo asumiendo responsabilidades colocando el balón a la derecha de Roberto que vió como el 2-0 subía al electrónico. El partido estaba encarrilado y sólo un exceso de confianza podía dar facilidades a un Granada que no se había acercado al área valencianista en toda la primera mitad. Su acción más peligrosa la ejecución al primer palo de un saque de esquina por mediación de Piti que creó algo de desconcierto en la zaga local. Poco bagaje para este Valencia rocoso.
La segunda mitad comenzó con un Granada que quería estirarse algo más. Pero en este periodo el Valencia dio una nueva lección de lo que es cerrar espacios, buena colocación defensiva, saber jugar con el resultado ahorrando esfuerzos ante una semana cargada de partidos y salir a la contra con rapidez buscando las debilidades defensivas del equipo granadino. Vinieron los cambios; Rochina y Ricky entraron por Piti y Córdoba en el Granada. En el Valencia minutos para Enzo, que volvía tras la lesión, De Paul y Negredo que salieron por André Gomes, Rodrigo y Alcácer respectivamente.
Parecía que el Granada tenía el control del centro del campo en este tramo pero era un espejismo, una trampa en la que el Valencia le hacía caer porque los contraataques del equipo ché eran mortales de necesidad. Rodrigo antes de marcharse a la ducha realizó una buena acción y su tiro fue rechazado por Roberto. Feghouli seguía siendo un estilete por su banda. Tuvo su recompensa con la consecución del 3-0. Jugada de contraataque bien llevada por De Paul que ve el desmarque de Negredo que de primera conecta con Feghouli que lanza un zurdazo fuera del alcance de Roberto. Gran jugada colectiva del Valencia.
Faltaba el gol de Negredo y el delantero no faltó a la cita y de cabeza, y adelantándose a su marcador tras un buen centro de De Paul, establece el 4-0 definitivo. Aún pudo aumentar el Valencia el marcador por mediación de De Paul tras una buena dejada de cabeza de Negredo. Buena y clara victoria de un Valencia que dejó clara en el campo la diferencia entre ambos equipos. Fue mejor en todas las facetas del juego y sumando efectivos a la causa.
En esta crucial semana se ha empezado de la mejor manera posible. Venciendo y convenciendo.
