Está siendo una de las revelaciones de «La Liga», el Valencia CF no es ajeno al rendimiento que está mostrando Nico Otamendi en sus primeros meses en el club ni al interés despertado por otros equipos, de ahí la intención que existe a final de curso de revisarle el contrato. En el plazo de diez a quince días está previsto, si no hay cambio de plan, que el representante Eugenio López vuelva a venir a Valencia para abordar el asunto. Primero hará una parada en Londres, luego la intención es reunirse con los ejecutivos del club para ir definiendo el futuro del defensa central. Lo que a día de hoy han sido intereses informales, de palabra, esperan plasmarlo en propuestas por escrito que serán trasladadas al Valencia para que las evalúe y decida.
A día de hoy la postura por parte de la Dirección Deportiva es clara: «Otamendi vale 50 millones de euros». Ese es el valor de la cláusula de rescisión, y existe el compromiso de sentarse con el agente del futbolista una vez quede definido si el Valencia CF disputa o no la Champions para presentarle una revisión contractual. Existe una gran diferencia económica entre jugar o no la máxima competición continental, no sólo por los ingresos que significaría por competir, sino también al aumentar las vías de patrocinadores dispuestos a vincularse únicamente con clubes que estén entre los 32 mejores de Europa. Este es el motivo por el cual Rufete, como manager general deportivo, prefiere esperar a que esté definido el futuro para negociar las ofertas que varios futbolistas van a tener encima de la mesa. Y ese es el caso del jugador argentino, como ya ocurrió en el mercado de invierno, donde ninguna de las dos partes contempló un cambio de aires. El Valencia CF escuchará al jugador, pero quiere convencerle para que siga liderando el eje de la zaga. Tras un primer contacto con su representante en abril, Eugenio López, está previsto que en un plazo de quince días se concrete alguna de las propuestas. Mientras, Nico está tranquilo, centrado en el plano deportivo buscando la anhelada clasificación para participar en la próxima edición de la Champions, de no ser así, será más complicado convencer a determinados jugadores con ofertas de otros clubes para que sigan.
Otamendi no tiene previsto hablar sobre su futuro hasta final de liga, consciente de lo que hay en juego sobre el césped, tiene contrato en vigor y una cláusula de rescisión de 50 millones de euros que tranquiliza a los dirigentes del club. A principios de febrero de 2014 se oficializó el fichaje por 12 millones de euros más tres en variables, inversión que sólo unos meses después podrían rentabilizar notablemente, pero la idea de Nuno y Rufete es hacer todo lo que esté en sus manos para que Nico siga en el club. Su rendimiento ha significado que pueda ganar más dinero en otro club, de ahí que el Valencia CF contemple hacer un esfuerzo dentro de sus posibilidades económicas. El club espera en unos días la llegada de su agente, pero no quiere vender a Otamendi.
