Nuno comenzó a preparar el partido del sábado ante el Real Madrid con todos sus futbolistas, a excepción de Diego Alves, que arrastraba molestias. Pero lo hace con «cabeza», consciente de que hay futbolistas que han llegado a final de curso con el depósito de gasolina al límite, de ahí que en el día del regreso a los entrenamientos y de acuerdo con los parámetros físicos que manejan, Nuno decidiera que varios futbolistas no realizaran la última parte del entrenamiento: Parejo, Otamendi, Gayà, Barragán y Mustafi. Es una política de gestión de esfuerzos, con el objetivo de tenerles a tope físicamente ante el Real Madrid.

Cuando el pasado domingo ante el Eibar Nuno retiró a Gayà, lo hacía con conocimiento de causa. Con el partido «encarrilado» se optó por que no corriera el mínimo riesgo de poder sufrir una lesión que le inhabilitara para disputar estas tres últimas jornadas del campeonato, en las que el Valencia CF se juega el objetivo de clasificarse para la próxima edición de la Champions. De cara a la planificación de la plantilla, los ingresos que genera la máxima competición continental son fundamentales para que el equipo pueda dar un salto más en el presupuesto. Y los jugadores con mayor carga física, como es el caso de los cinco futbolistas anteriormente citados, entrenaron a un ritmo menor que los otros compañeros que formaron parte del once titular ante el Eibar. Otamendi, que disputó gran parte del partido con molestias en su hombro izquierdo, se siente bastante mejor y estará a disposición de Nuno para enfrentarse al Real Madrid. El objetivo es sumar una victoria que significaría dar un paso de gigante por el objetivo.

A no ser que Parejo, Gayà, Mustafi, Otamendi o Barragán se presenten hoy en la Ciudad Deportiva sin sentirse al cien por cien físicamente, trabajarán como el resto. A estas alturas de la temporada, y aunque se pueden pulir aspectos que se entrenan, ya no se pueden asumir riesgos físicos para evitar la mínima opción de tener una lesión que significaría decir adiós al curso.