André Gomes ya intuía que no iba a poder jugar contra el Almería. Ayer se levantó con mucho dolor y, tras las pruebas a las que se sometió en el Centro Intermutual, empezó a sospechar que la lesión era «mucho peor» de lo que él esperaba. «Tengo dolor. Estoy roto seguro», apuntaba con la voz entrecortada tras pasar más de dos horas en el interior del centro junto al doctor Silvestre. Serio y contrariado, el portugués emplazaba a «a ver qué pasa» mientras subía a su coche para regresar a su domicilio. La Liga, para él, ya había finalizado y era, en ese momento, cuando empezaba a asumirlo.

Pasadas las siete de la tarde, el centrocampista conoció su diagnóstico. Sufre una «lesión miotendiosa en el recto anterior del muslo de la pierna derecha». O lo que es lo mismo, una rotura muscular en la parte posterior del cuádriceps. El jugador, todo apunta, no viajará con sus compañeros a Columbus para disputar el amistoso del día 27 en los Estados Unidos y seguirá tratándose en la Ciudad Deportiva.

En sus vacaciones, el jugador tendrá que recuperarse y hacer rehabilitación. Ante el Celta, André hizo un esprint con el balón pegado al pie y lanzó un chut con la zurda que se marchó fuera de la portería que defendía Sergio. Fue entonces cuando sintió el dolor en el recto anterior. El portugués, inicialmente, trató de continuar sobre el césped pero el dolor se agudizó y se vio obligado a tirarse al suelo y solicitar el cambio. Cojeando y con los ojos vidriosos, el jugador abandonaba el estadio sospechando que se había «roto». Como así ha sido.

En el hospital, André coincidió con Enzo Pérez. Su compañero, precisamente quién lo reemplazó al lesionarse, es duda para el partido del sábado contra el Almería. El argentino, acompañado de un familiar, también pasó la mañana en el centro hospitalario situado en la carretera de Ademuz. En su vehículo todoterreno pero conducido por su familiar, el futbolista llegó al centro con el hombro inmovilizado. Allí se reunió con el doctor Silvestre. La prueba radiológica a la que se sometió confirmó que sufre un «esguince acromio-clavicular en el hombro derecho» lo que le convierte en duda para el trascendental partido del sábado. Si finalmente jugara lo tendría que hacer con un protector.

El equipo, tras un día de descanso, regresa hoy a los entrenamientos y la participación del argentino dependerá de cómo vaya evolucionando en los próximos días. Enzo, antes de iniciar la sesión, será nuevamente examinado por los médicos y tratado por los fisioterapeutas.