Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tiempo de juego

Contigo empezó todo

Contigo empezó todo

Con Cancelo empezó todo. Sucedió una mañana de verano, en pleno mercado de fichajes cuando un joven portugués trataba de alojarse en Valencia. Llegó sin previo aviso, como un pariente lejano que nos visita sin llamar y trastoca todos nuestros planes. Porque Cancelo no entraba en los planes. Abandonado a su suerte, las llamadas se sucedían mientras en el club, miraban para otro lado. «No lo hemos traído nosotros», deslizaban. Sin culpa alguna de lo sucedido, el luso anónimo aguardó un tiempo en la recepción de un hotel hasta que por fin accedieron a cobijarle.

Cancelo fue el principio del fin. El futbolista que llegó sin consulta ni consenso. No fue el primero (Nuno se impuso a Pizzi) ni tampoco el último (el padre de Imbula no da crédito), pero sí seguramente el que mayor protagonismo haya tenido a lo largo de esta primera temporada con Nuno en el banquillo, Peter Lim en el palco y Jorge Mendes en la sombra. Porque lo de Cancelo no quedó ahí. Antes de regresar con él, asistimos a todo tipo de situaciones contradictorias para las partes, siempre con el Valencia CF de por medio. Así pues, con Nuno recién llegado y con las maletas por deshacer, supimos que un tal Carlos Carneiro opositaba desde Portugal para hacerse cargo de la Dirección Deportiva. Quién sabe si la sinceridad de Rufete al reconocer que su apuesta para el banquillo tenía acento argentino ejerció de condena ante el luso. El caso es que con Lim negociando todavía por ser el dueño, Salvo pudo detener aquello. «Aquí manda Rufete», sentenció.

El invierno no apaciguó los ánimos. Es más: diría que avivó el fuego. Ya con Lim en el poder y tras un tira y afloja tenso con motivo de los posibles refuerzos, Nuno se descolgó en sala de prensa con unas declaraciones desconcertantes: «esta semana habrá cambios importantes en la estructura del club». Más allá del revuelo y tras varias matizaciones, la cosa no pasó a mayores y quedó en un aviso a navegantes. Minucias, creyeron. Nada que no se pueda arreglar. Días más tarde, disiparon cualquier duda en torno a quién mandaba: Nuno renovaba tres años más. Y la música seguía sonando€

La planificación del nuevo curso ha intensificado los vicios. Empezando por Cancelo y llegando a Rodrigo Caio. Porque a Cancelo se le fichó (15 millones) tras un reunión en The Westin (Lim, Mendes, Nuno) sin Salvo ni Rufete, yéndose estos a Nuno para decirle a la cara tras la misma, que no se podía pagar ese dinero por él. Porque a Rodrigo Caio se le ficha (17 millones, representado por Mendes) tras una reunión en Almería (Layhoon, Nuno, Lim) y con Salvo y Rufete «consensuando» con el entrenador en Paterna la llegada de Imbula. Porque la réplica de Salvo al caso Otamendi («Mendes no pinta nada en el club»), ya ha tenido respuesta. Es solo el principio.

Compartir el artículo

stats