Ante más de 600 enfervorizados aficionados del Valencia, Amadeo Salvo especuló ayer en la fiesta de las peñas del club en Requena sobre su futuro como presidente ejecutivo de la entidad. El dirigente vaticinó que en un futuro volverá a ser un seguidor de base, sin cargos directivos.

«Siempre he sido aficionado del Valencia, pero claro que llegará el día en el que volveré a ser al Amadeo Salvo peñista y aficionado, que va con sus hijos y con su padre al fútbol, porque la vida es así», relataba Salvo a las cámaras de Atlas TV.

Salvo sí pudo comprobar, de primera mano, el afecto que provoca su figura en la masa social valencianista, durante la jornada festiva en la que estaban convocadas las peñas de Utiel, Ayora, Chiva, Cortés de Pallás, Camporrobles, Siete Aguas, Jarafuel, Almansa, Tarancón, Yecla, Castillejo y Villalpardo. La posición de Salvo, así como la del mánager general deportivo Francisco Joaquín Pérez «Rufete», había sido motivo de debate por las divergencias surgidas por la política en la planificación deportiva de la entidad, y la poderosa influencia del entrenador Nuno, arropado directamente por Peter Lim y el agente, socio del propietario del club, Jorge Mendes. Preguntado ayer por materia de fichajes, Salvo indicó que «en el tema deportivo vamos a hablar de las peñas, de la ilusión. Los temas profesionales hay que tratarlos en los despachos».