El Valencia regresó anoche de Austria satisfecho. Las pilas empiezan a cargarse y los resultados no han tardado en llegar. El equipo de Nuno ha ganado dos de los tres amistosos disputados y todos los jugadores han disfrutado de minutos. El trofeo Audi Quattro, sin embargo, no pudo levantarlo. Tras ganar al Southampton (0-1), se empató con el Werder Bremen (0-0) y, en la tanda de penaltis, Salva Ruiz no convirtió. El próximo amistoso será contra el Bayern de Munich.

Nuno se ha tomado el inicio de la pretemporada en serio. El «proyecto Lim» se juega mucho prestigio y millones este verano. Cada vez queda menos para la previa de Champions y el entrenador se ha olvidado de los típicos experimentos de verano con buen criterio. Y lo demostró ante el Southampton. Nuno alineó a su equipo titular: Jaume Doménech, Antonio Barragán, Rubén Vezo, Lucas Orban, José Gayà, Dani Parejo, Javi Fuego, Enzo Pérez, Pablo Piatti, Rodrigo Moreno y Álvaro Negredo.

Muy serios ante el Southampton

La Liga de Campeones no espera y el técnico ha empezado a formar un bloque seguro con lo que tiene. Que no es poco. Las señas de identidad son las mismas del año pasado. Podrá gustar más o menos el fútbol del Valencia, pero este equipo se sigue mecanizando para defender intenso, presionar, robar, jugar directo, explotar las bandas y ser contundente arriba.

Queda mucho trabajo por delante en China y sobre todo Alemania, pero este «stage» austriaco abre un camino de esperanza y deja una gran conclusión: independientemente del capítulo de altas y bajas hay una base para afrontar la previa de Champions con garantías. Como no podía ser de otra forma en casa de Red Bull, el Valencia coge alas.

En el primer partido, del que más conclusiones se extraen, marcó Piatti. Fue el jugador más decisivo de la primera vuelta del año pasado y ha empezado este verano igual de enchufado. Sólo necesitó veinte minutos para hacer su primer gol. La sorpresa de esta pretemporada es Enzo Pérez. Está jugando de central. Como nunca lo vimos antes. Ante la falta de centrales, Nuno ha utilizado durante toda la estadía al argentino como eje de una defensa de tres con Vezo por la derecha y Orban por la izquierda. Mantendrá esta idea. Lo que está claro es que no es un casualidad.

El «caso Otamendi» y el fichaje del central puede alargarse del tiempo y la previa de la Liga de Campeones no espera a nadie. Hay que empezar a trabajar con lo que se tiene. En esa línea defensiva estará Gayà. Tenerle en el Valencia es un lujo. Renovarle fue la mejor inversión que podía hacer el club de cara al futuro. Marcó en el primer amistoso y ayer demostró que muchas veces se convierte en la mejor herramienta para sacar el balón desde atrás y la mejor arma de ataque. Creó el primer gol y dio una asistencia perfecta para la cabeza de Negredo.

El partido ante el Southampton, que dirige el extécnico del Valencia Ronald Koeman, dejó otras conclusiones interesantes. Sea cual sea el dibujo, Parejo volverá a jugar cerca de la portería y eso le asegurará al Valencia una buena cantidad de goles. Volvió a intentarlo desde la frontal. La otra es Javi Fuego. Aunque venga un mediocentro de campanillas, el asturiano es la mejor garantía para afrontar la previa. Por adaptación, por seguridad, por transcendencia en el equipo, por todo.

Bien Jaume también en su «debut» como primer portero en jerarquía por las lesiones de Alves y Yoel. Es entendible que el club busque portero, pero sería imperdonable que se olvidaran de que en casa tiene uno muy grande. Dejó la portería a cero en el Red Bull Arena. El lunar vuelve a ser el mismo de siempre. El Valencia sigue defendiendo mal los balones aéreos. Lo que empezó siendo una de las mejores armas del equipo se ha convertido, ya desde la segunda vuelta del año pasado, en un amenaza constante. Remató con demasiada facilidad el Wiener de jugadores de tercera y ayer el larguero evitó por dos veces lo que podía ser otro gol. Hay que pulir ese defecto que tanto puede penalizarte en una eliminatoria de 180 minutos, pero pasa eso están las pretemporadas. Hay tiempo. Hay equipo.

Experimentos con el Bremen

Nuno no se tomó el partido contra el Werder Bremen como una final. Le daba igual levantar el trofeo Audi Quattro Cup y lo demostró. Por eso no le importó jugar la final con un equipo plagado de canteranos en el que el gran aliciente era ver a los dos fichajes. Fue del debut de Zakaria Bakkali. Es rápido, explosivo, vertical con el balón en los pies, atrevido, pero todavía tiene mucho que aprender especialmente a la hora de bascular, replegarse o presionar sin balón. O lo que es lo mismo adaptarse a la exigencia del fútbol español. Es joven y lo aprenderá. Dejó un par de «eslalons» interesantes desde la izquierda. Fue ahí desde donde partió, aunque intercambió la banda con Fede Cartabia en varias ocasiones. Se atrevió a disparar a puerta y nunca se escondió a la hora de pedir el balón. Habrá que pulirlo, pero las sensaciones fueron buenas.

También las de Santi Mina. El gallego volvió a ser la referencia de ataque del equipo «B» de Nuno. Tiene mucha facilidad para armar la pierna y todavía más para buscar el desmarque al espacio o venir a recibir de espaldas. Solo hay que ver sus gestos de futbolista para darse cuenta de que el Valencia ha acertado. Eso sí, no tiene galones de titular. Todavía. Otro detalle es que De Paul demostró que es mejor jugador por dentro.

El partido también fue la confirmación de que hay madera en Paterna. Tropi gusta a Nuno y coge galones y Salva Ruiz cada vez tiene más cosas de lateral de Primera. Fede puede que tenga hueco. Lo más extraño fueron los pobres siete minutos que el técnico le dio a Rober.