23 de mayo. Estadio Juegos del Mediterráneo de Almería. Minuto 78 de partido. Al Valencia CF no le vale el empate a dos para tener opciones de disputar la Champions, necesita ganar ya que no le benefician los resultados del Atlético y Sevilla, en ese momento tercero y cuarto. Un minuto después, con muchos nervios en el cuerpo porque no se podía fallar, apareció Paco Alcácer para elevar el tercer gol y provocar la locura en la grada. Allí, con algunos ojos vidriosos por la emoción, miles de valencianistas se dejaban la voz gritando de alegría, otros se abrazaban con el que tenían al lado, hubo quien prefería sacar su teléfono móvil para inmortalizar el momento? Tres meses después, en el estadio de Mestalla, a Nuno Espírito y su tropa les corresponde escribir el final feliz de una historia que debe devolver al Valencia CF a la Champions.

Todo el sudor derrochado a lo largo de 38 jornadas tiene su continuidad en un doble duelo etiquetado como «final» por la zona noble del club. Jugarte tu objetivo a una sola carta tiene su carga añadida de presión, sobre todo si tanto la presidenta Layhoon Chan como su técnico, Nuno, no quieren ver más allá. La travesía por el desierto que supone no disputar competición europea se hizo eterna, era una situación impropia para una entidad como el Valencia CF, que coqueteó con el título a principios de siglo, pero cuyo plan de negocio no contempla otro camino que no sea el de estar entre los 32 mejores clubes de Europa. Y entre el AS Mónaco y el cuadro de Mestalla sólo puede sobrevivir uno. Ninguno de los dos contendientes quería cruzarse, pero es la realidad y aunque sea dura, debe afrontarse con confianza.

Nuno ha reiterado varias veces la idea a sus chicos de que no deben tener miedo a nada, está convencido de que son mejores que su rival y se han tenido charlas psicológicas para desquitarse de cualquier tinte de presión. La historia más reciente en la competición, con el AS Mónaco eliminado por la Juventus „subcampeón de Europa„ en un apretadísimo 0-1 tampoco le vale al conjunto monegasco, hoy todos comienzan de cero, con el objetivo de dar el primer paso para estampar su nombre en la competición de clubes que sigue poniendo los pelos de punta a los futbolistas.

Ni todo el ruido generado en las últimas horas con el traspaso de Nico Otamendi al Manchester City y la llegada frustrada de Mangala va a afectar a un grupo que brilló por la solidez del bloque la temporada pasada. Es cierto que hay piezas con mayor porte, como en cualquier plantilla, pero todos se necesitan para culminar la obra iniciada hace unos meses a la que le falta la rúbrica. Todos los privilegiados que hoy acudan a Mestalla sólo verán como novedad en la formación inicial al meta Mathew Ryan, que cubre la ausencia del lesionado Diego Alves, pero no es ningún motivo de preocupación ya que con el equipo que hoy presente Nuno se puede confiar. Llamativa es la ausencia de Javi Fuego por Enzo Pérez, tras el excelente equilibrio entre ataque y defensa con el que dota al equipo, pero tendrá sus razones para creer, como todo la parroquia blanquinegra viendo al «9» Paco Alcácer en ataque. Aún retumban en los oídos de algunos los gritos de emoción que se vivieron en Almería con su gol, hoy se debe comenzar a poner la guinda.