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Novel

El portero que jugó con guantes de ciclista

A falta de guantes, Jaume se las ingenió con las puntas de los dedos al aire para perseguir su objetivo, que ahora tiene al alcance de la mano para cubrir la baja de Ryan

Jaume Doménech tiene bien claro que está ante el reto de su vida. j. m. lópez

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No es fácil llegar a la élite, menos si es de forma inesperada. Jaume Doménech está ante la oportunidad de su vida, para él es un reto defender la portería del Valencia CF, ha soñado mucho con ella desde que llegó al club para completar la plantilla del filial, pero él siempre quiso más. Su vida está repleta de obstáculos, sólo falta el último con el que alcanzará el sueño de su vida. Ilusión no le falta, la misma que rebrotó en su interior cuando le dijeron que iban a hacerle un contrato de tres temporadas con el primer equipo. Ese era el primer paso. Jaume ha trabajado mucho para lograr ser el portero titular, y ahora sólo piensa en demostrar que está capacitado.

Con cinco o seis años ya era portero, pero cuando Pizzi le convocó para ser el portero suplente del Valencia CF en la goleada por 5-0 al Basilea, se reafirmó. «Partidos como este quiero jugar algún día», se dijo a sí mismo. Fue una noche mágica, pero él nunca se ha contentado con tener un rol secundario, quiere ser protagonista y ahora está en las manos de Nuno. No fue un camino fácil, desde su infancia. Lo de ser portero lo lleva en la sangre, en su casa nadie quería que fuera el portero del equipo, pero él disfrutaba. No le compraban guantes para ver si le hacían cambiar de opinión, pero él se las ingenió y cuando encontró unos guantes de ciclista que te dejaban las puntas de los dedos al descubierto pensó que eran la vida. Su abuelo le insistía que al portero siempre le marcaban los goles, que la culpa siempre es de él, pero Jaume creía.

Toda su vida ha estado peleando, desde que el Villarreal apostó por Mariño y Ortolá (ambos internacionales), hasta que llamó la atención echando el cerrojo a su portería en 14 jornadas seguidas con el CD El Palo. Fue al Huracán y al filial del Valencia, que le aupó. Sólo falta un obstáculo.Primero ficharon a Yoel, luego a Ryan, pero él pelea por su sueño. Todos los técnicos acabaron poniéndole. Él nunca se rinde por sus metas.

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