Con 15 jugadores en la primera plantilla, el Sporting confirma que su cantera de Mareo es una de las más fértiles de la máxima categoría. Sólo dos equipos le superan en número: el Athletic Club, que lleva la antonomasia de la escuela en su ADN (19 futbolistas), seguido por Las Palmas. La apuesta por el fútbol base ha rescatado al club de El Molinón de la peor crisis de su historia moderna para devolverlo a la elite.

Una fórmula que fue también la de sus mejores tardes. Al calor de un icono generacional como Quini, Mareo tomó fama en los años 80 con futbolistas como Castro, Joaquín, Jiménez, los hermanos Ablanedo, Cundi o el exvalencianista Eloy Olaya, y más tarde con Luis Enrique, Abelardo, Juanele, el actual blanquinegro Javi Fuego y, finalmente, el Guaje Villa, el último gran referente sportinguista.

Frente a esos números, las estadísticas del Valencia son mínimas. En la actual plantilla sólo asoman Paco Alcácer y José Luis Gayà, eso sí plenamente consagrados en el primer equipo. El actual modelo de negocio del club ha vuelto a impulsar bajo la propiedad de Peter Lim los grandes desembolsos —Gomes, Rodrigo, Cancelo, Abdennour...—, aunque no se quiere dejar la escuela en un segundo plano. En ese sentido debe interpretarse la incorporación de José Ramón Alesanco como máximo responsable de la Academia de Paterna, con una apuesta que debería dar sus frutos a medio-largo plazo para alcanzar en un futuro el 50 % de la plantilla con gente de la casa.

Angulo, el último que vino

En el razonamiento del actual protagonismo de la cantera valencianista debe considerarse, también, el elevado número de traspasos, la mayoría de ellos por imperativo financieros. Fue el caso de Silva y Albiol, que junto a Bernat, Isco o Jordi Alba —también criados en Paterna— forman la base de la selección española. En la balanza también se deben colocar a cedidos con esperanza de una progresión de futuro, como Robert Ibáñez, Salva Ruiz o, también, Fede Cartabia. La última vez que el Valencia «pescó» en Mareo —cuando la red de captación alcanzaba a Asturias— fue para fichar, a inicios de los 90, a Miguel Ángel Angulo.