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André Gomes reaparece en escena para aportar alternativas, frescura y talento individual a un Valencia atascado en este inicio de temporada. El futbolista portugués, además, ya está preparado para coger el mando del equipo desde la titularidad después de la derrota contra el Zenit, que ha supuesto el primer contratiempo serio de un equipo que ya había mostrado limitaciones para resolver partidos en un inicio de calendario que había deparado rivales teóricamente asequibles, con Rayo, Deportivo y Sporting.

La incidencia del internacional luso, sin réplica en el equipo y afectado durante cuatro meses por una lesión en el cuádriceps izquierdo, se ha dejado notar en los dos instantes en los que ha aparecido desde que regresase a las convocatorias. El pasado fin de semana en Gijón, su entrada en el campo activó el juego del Valencia, que no sólo encerró al Sporting sino que, además, atacó de forma más incisiva y con más peligro.

En El Molinón, el exbenfiquista jugó 23 minutos en los que contabilizó un disparo peligroso (en su primera acción) y 17 pases, trece de ellos en corto y al primer toque.

El reto se redobló este miércoles en la Champions. Nuno echó mano de André con 0-2 al descanso contra el Zenit y André correspondió visión de juego, un mayor criterio para el último pase, el filtro que se había bloqueado en una primera mitad en la que la abundancia de saques de esquina y faltas laterales, motivadas por la fluida salida de fútbol por las bandas, no se tradujo en ocasiones reales de peligro sobre la portería rusa. Con una alta efectividad de pases y el segundo gol, facturado en una precisa individualidad, el Valencia soñó con la remontada.

Preparado para el inicio

La dependencia valencianista en André debe saber medirse, cumpliendo los plazos en su reintegración competitiva, con cuatro meses alejado de los terrenos de juego y con el hándicap de no haber tenido una pretemporada. Nuno ya señaló hace una semana que el futbolista luso iría acumulando minutos de forma paulatina. Después de dos partidos saliendo desde el banquillo y a la vista de las necesidades evidentes del Valencia, la titularidad llama a su puerta. El cuerpo técnico lo ve en condiciones óptimas para aguantar las cargas y coger el timón del equipo desde el inicio.