André Gomes respiró ayer cuando los médicos le dijeron que sólo sufría una «distensión muscular en el aductor» de su pierna izquierda. El portugués, que sentía en el muslo un dolor incómodo, se temía algo peor. Por suerte, se equivocó. Salvo revés, el centrocampista sólo se perderá los dos partidos de esta semana. Es decir, el de mañana contra el Espanyol y el del viernes ante el Granada en Mestalla.

Conduciendo su propio coche y visiblemente contrariado, André abandonaba al mediodía la Ciudad Deportiva lamentando esta nueva adversidad.

El jugador, que ante el Betis había estrenado titularidad, vuelve a tener que ver jugar al equipo por televisión. El portugués, tras sentir una molestia en el aductor de la pierna izquierda en el ecuador de la primera parte, siguió jugando aunque con precaución y sin la chispa con la que había saltado al campo. Tras el descanso, André se quedó en el vestuario maldiciendo su mala suerte. Y es que había vuelto el sábado anterior al equipo tras haber pasado todo el verano lesionado. Desde su reaparición, el portugués había disputado los minutos finales del encuentro del Valencia en Gijón y en la segunda mitad del Valencia-Zenit, donde además de demostrar su calidad y lo importante que es para el equipo, marcó un gol. Es decir, ha disputado 113 minutos repartidos en tres partidos.

André, el pasado 20 mayo, fue intervenido por el doctor Enrique Gastaldi de una lesión miotendinosa en el recto anterior del cuadriceps izquierdo que se produjo en el penúltimo partido de la temporada en Mestalla frente al Celta. Estos días, de nuevo, tendrá que trabajar a un ritmo menor que el resto de sus compañeros. La lesión, en una zona cercana a la que fue intervenida, ha sido para el futbolista todo un revés.