Los grandes entrenadores dejan de ser buenos para subir al escalafón superior si son capaces de resolver situaciones complejas. Y el Valencia CF ha entrado en un estado de dudas que debe despojarse cuanto antes, de no ser así, la pólvora que comienza a depositarse en el vestuario, en la grada de Mestalla y entre un grupo de los anteriores gestores del club „aquellos que si no tienen el poder prefieren que todo salte por los aires a sonreír por los éxitos de un club al que no admiran como dicen„ va a estallar en breve. Nuno vive una situación nueva para él, su apuesta por las rotaciones no está dando resultados, al menos tal como las está llevando hasta ahora. Y sin resultados aparecen dudas. En épocas anteriores se hubiera producido una reunión entre el técnico con el Director Deportivo, cada uno expondría sus ideas y se buscarían soluciones. ¿Con quién debate ahora Nuno?
Lo hace con sus colaboradores. ¡Faltaría más! Y por el bien del Valencia CF, ojalá detecten los males para erradicarlos de cuajo. Es aquí cuando generalmente aparece una figura externa al cuerpo técnico, que habitualmente ofrece un punto de vista distinto de la situación, reflexiones que una persona competente „si no se cree que está por encima del bien y del mal„ las escucha con atención y valora. Otros suelen pensar que «uno va contra el otro», principal error y que acaba con ambos a tortas si no piensan en la empresa (el Valencia CF) que es lo realmente importante. Nuno y Rufete no se soportaban, y se quedó el entrenador luso. ¿Debe Peter Lim incorporar a un Director Deportivo a su equipo de trabajo? Seguramente sí, debería. No es una figura que se limite a rastrear el mercado en busca de fichajes „ahí el principal accionista de Meriton opta por confiar en Jorge Mendes y está en su derecho„ pero también es importante ver otro punto de vista sobre situaciones que ocurren en el primer equipo. Ojo, pero también hay que acertar con esa persona. Si uno apuesta por mediocres que le dicen lo que quiere escuchar al técnico, acaba siendo el principal mediocre y a cavarse su tumba. El Director Deportivo debe ser honesto y pensar en el club, así como el técnico humilde y reconocer los errores cuando los cometa.
Llamativa fue la imagen de Nuno sentado en el banquillo en el tiempo de descuento, como si se hubiera quedado sin fuerzas o no confiara en el milagro del empate, porque rara vez se le ve así. Pero urge reaccionar ya.
