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Análisis

Muy bien plantados en el campo y serios

Conscientes de la importancia del envite, de lo mucho que se jugaba el Valencia CF en ese segundo partido de la Liga de Campeones, los futbolistas salieron al campo con la concentración necesaria para afrontar el encuentro

Ya decíamos ayer que, en este tipo de partidos vitales para el desarrollo de una competición tan importante como la Champions, había que entrar muy metidos al terreno de juego y no cometer errores forzados en los primeros veinte minutos del encuentro. Pues eso es lo que hizo el Valencia CF y lo que, a la larga, le valió para llevarse el triunfo ante el Olympique. Estas son, para mi, las claves del partido:

Bien plantados. Serios, solventes y sin fisuras

El Valencia CF realizó una muy buena primera parte. Estuvo bien plantado en el terreno de juego, sabiendo de la importancia del partido, y evidenció ser un conjunto sin fisuras. Este período fue muy serio. No valía otra cosa que mostrarse bien plantados, organizados por líneas y en cuanto a sistema, no dejar que el rival creara peligro, y aprovechar tus virtudes. El hecho de disfrutar de dos bandas desequilibrantes, con Feghouli por la derecha -bien apoyado por las subidas de Cancelo-, y con Piatti por la izquierda, permite el desequilibrio. Como así ocurrió.

La buena asociación tanto de Parejo como de Enzo Pérez desde el medio con los laterales, y con los centrocampistas de banda, permitió llegar arriba dejando entrever que en cualquier momento podía llegar un gol. Me gustó mucho Feghouli. Su fútbol es desequilibrante y tiene gol. Su buen golpeo de balón, y el potente disparo de ayer al filo del descanso, sirvió para marcar un tanto que a la postre sería decisivo.

Sólo se sufrió a balón parado, pero Jaume es una garantía

El Valencia CF supo controlar bien al rival en líneas generales. Es cierto que el balón y la posesión correspondieron al Olympique, pero su dominio fue estéril. Apenas tuvo ocasiones de marcar y sólo se sufrió algo, que tampoco demasiado, a balón parado. Pero ahí volvió a emerger la figura de Jaume. Ahí, y en los minutos finales del encuentro. Es un portero de garantías. Estuvo solvente nuevamente. Sacó un par de manos prodigiosas en los instantes finales, que pudieron costar muy caro al Valencia, y en la primera mitad estuvo más que seguro en dos ocasiones claras del Lyon, una de ellas en una falta directa bien ejecutada por Valbuena.

En la segunda mitad faltó sentenciar más rápido a la contra para no sufrir

El único debe del Valencia CF, si se le puede poner algún pero ayer a una victoria tan importante como la lograda en el estadio de Gerland, fue que se debió marcar un segundo tanto que evitara pasar el rato de sufrimiento final. El equipo de Nuno debió sentenciar a la más rápido a la contra para no pasar apuros y que Jaume evitara el empate sobre la bocina. En este segundo tiempo, y sobre todo en los instantes finales del mismo, era lógico que el contario -al que la derrota le penaliza mucho-, el Olympique iba a apretar. Y que volcaría toda su ofensiva y que dejaría muchos espacios para sentenciar en una de esas contras. Sobre todo si tu tienes futbolistas para hacerlo. Y quizás aquí es donde se debió marcar el segundo gol para evitar problemas. Aún así, el triunfo es justo y merecido y deja al Valencia CF en una buena disposición para seguir compitiendo en este torneo.

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