«¿Hacemos algo más?», le preguntó Nuno a su ayudante Rui, a los pocos segundos de encajar el 3-1. Su rostro era desolador, como el de algunos futbolistas que había sobre el césped. No arranca el Valencia CF y cuando se podría entrar en una carrerilla tras salir victorioso en dos partidos? se recibe un golpe duro en toda la cara que te devuelve a la realidad. Lo que preocupa tras hacerse un primer análisis es que la derrota en el nuevo San Mamés no es producto de la mala suerte, hay futbolistas en el vestuario que comienzan a perder la confianza en el trabajo que están haciendo y a Nuno le urge encontrar una solución. No va a ser fácil trabajar a lo largo de esta semana con varias ausencias, pero sólo hay un camino para no dejar escapar una temporada más exigente que la anterior, pero reposada por una inversión de más de cien millones de euros en fichajes.

A lo largo de una temporada siempre hay momentos delicados, el Valencia CF de Nuno vivió su peor racha el curso pasado encadenando cuatro partidos sin ganar (dos empates y dos derrotas), pero se levantó. En el curso actual hay determinadas decisiones que no han agradado al grupo, como es la política de rotaciones llevada a cabo, aunque él tiene argumentos que justifican cada once inicial. Es fácil «a posteriori» realizar críticas, pero en las manos de Nuno está «enganchar» a un vestuario que tiene dudas. Y eso es lo peor que le puede ocurrir a un equipo. A veces a un futbolista no le gusta una decisión, pero si se logran resultados positivos o percibes que mejoras tu rendimiento, vas hacia adelante.

La personalidad del técnico

Y el primer paso es hacer autocrítica, mirarse el ombligo y analizar qué está fallando. Todos. Desde el entrenador al último miembro de la plantilla, porque se debe priorizar el bien del colectivo. Nuno tiene personalidad y todo el vestuario lo comprobó antes de disputar la eliminatoria previa de Champions frente al Mónaco, cuando se acercó a Otamendi y le dijo en su cara que «había gente que sólo pensaba en su futuro». Nico prefirió no disputar la previa, y hubo tensión en el vestuario.

Los futbolistas tienen dudas sobre qué hay que cambiar, pero son conscientes de que deben trabajar más que nunca. No es una cuestión exclusivamente defensiva u ofensiva, y hay tiempo, pero no se puede demorar mucho más en el tiempo.