La lesión de Mathew Ryan no se está digiriendo con facilidad, y una infección en su rodilla derecha le ha llevado a pasar todo el fin de semana en el hospital, de hecho, hoy es el día en el que tiene previsto abandonarlo si ha evolucionado bien. El guardameta australiano fue intervenido el 31 de agosto de una meniscopatía medial y la idea inicial es que estuviera en condiciones de volver para después del parón de selecciones de octubre, pero después de esta recaída no está del todo claro.
La intervención, realizada por el doctor Enrique Gastaldi, fue satisfactoria según se comunicó, pero con este paso atrás hay que analizar con detenimiento en qué momento regresará al trabajo con el grupo. Ryan viajó con el equipo a Lyon al haber realizado los dos anteriores entrenamientos junto a sus compañeros, sabía de antemano que iba a ser uno de los descartes, pero se tomó la decisión de viajar con tres guardametas por si surgía algún percance en la sesión previa. Pero al regresar de Francia es cuando se detectaron las molestias, de ahí que el jueves diera un paso al costado, reclamando la presencia de Sivera.
A Nuno le gustaría contar con él, aunque ha comprobado que puede confiar en Jaume tranquilamente. Con independencia de que en el gol de Susaeta pudo hacer algo más, el «Gat» de Almenara ha sido determinante en cinco de los siete partidos disputados. A pesar de no tener kilómetros en la élite, Jaume ha respondido con personalidad y competitividad a la exigencia que reclama el puesto. Con los pies en el suelo, el futbolista no se ha recreado en sus grandes partidos y sólo piensa en el siguiente que debe afrontar. Sólo así considera que puede mejorar su rendimiento, ya que un futbolista puede llegar a la élite por varios factores, pero lo más difícil es mantenerse y Jaume no quiere que nadie le quite de ahí. Ryan, de momento, tiene que esperar.
