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Análisis

De la juventud al problema global

Ocho exjugadores, de diferentes épocas, analizan qué le está pasando al equipo de Nuno en el arranque de la competición

De la juventud al problema global

Las expectativas no se están cumpliendo. El Valencia, confeccionado para ser un equipo de Liga de Campeones, navega en el ecuador de la clasificación. Los resultados y, sobre todo las sensaciones que desprende el equipo, no están acorde a las ilusiones.

El Valencia, noveno en la clasificación a siete puntos del líder y a cinco del colista, ha ganado dos de los siete partidos disputados (Sporting y Granada), empatado tres (Rayo, Dépor y Betis) y perdido dos (Espanyol y Athletic) con cuatro goles a favor y cinco en contra. El debate está en la calle. Levante-EMV ha consultado a exjugadores de diferentes épocas para que analicen la situación. Los ocho coinciden en el desgaste que, en un equipo tan joven como el actual, supone el estar compitiendo en dos torneos tan potentes como la Liga y la Liga de Campeones.

Pepe Balaguer, Enrique Saura, Eloy Olaya, David Albelda, Amedeo Carboni, Salva Ballesta, Mista y Juan Sánchez analizan las siete primeras jornadas de Liga.

Pepe Balaguer, jugador del Valencia durante nueve temporadas, cree que el equipo de Nuno es «una caja de sorpresas» y lo argumenta en que «nunca sabes qué va a salir». El vallbonense opina que, si Nuno «cada vez hace una alineación distinta», es muy difícil que el grupo se comporte como un bloque y los automatismos funcionen. «En el equipo hay gente muy joven que son sólo promesas; para que cuajen se les debe dar continuidad porque sólo así crecerán», sostiene el ahora entrenador.

Balaguer desconoce cómo se actua en una dirección deportiva en la que, en la cúspide del organigrama, se encuentra el técnico pero lo que sí tiene claro es que el problema del Valencia «es global». «Veo mucho desconcierto» y eso, opina, no es bueno porque hace aflorar aún más las dudas. «En el partido contra el Athletic se evidenciaron perfectamente los problemas del equipo. Sin jugar bien, el Valencia logró ponerse por delante en el marcador y así se sintió y jugó medianamente bien. Cuando Laporte empató, y sobre todo cuando Susaeta colocó al Bilbao por delante en el marcador, al equipo le faltó reacción», reflexiona. La conclusión de Balaguer es que «hay mucho trabajo por hacer» y sobre todo, tanto Nuno como los futbolistas deben «enderezar el camino cuanto antes».

Enrique Saura cree que se están «exagerando» los problemas del Valencia porque la temporada «acaba de empezar». El que fuera capitán en la década de los ochenta considera que, más allá del juego o las sensaciones, el problema es el «no haber sumado los puntos que, sí o sí, debía haber contabilizado». «Cuando la gente no está contenta porque no ve al equipo arriba, todo se magnifica. Este equipo, en el que se ha invertido mucho dinero, no puede empatar o perder contra los rivales ante los que ha jugado», apunta el exjugador que, actualmente, vive totalmente alejado del mundo del futbol. Es «sólo» espectador. «El Valencia, con las aspiraciones que tiene, debería haber ganado todos los partidos disputados hasta ahora para tener un colchón de puntos de cara a partidos más complicados», completa.

«Históricamente los equipos menores siempre se le atragantan al Valencia. Es un mal endémico. Y eso que la afición es muy exigente». «A mi juicio, uno de los motivos del disgusto de la gente, es que se había generado muchas expectativas y la afición ahora espera mucho más del equipo. Y ahí está el problema. Eso genera desilusión y críticas y el nudo se enreda aún más», comparte.

El hecho de jugar dos partidos por semana y el desgaste que eso implica, a juicio de Saura, no es «ninguna excusa», ni para perder ni para no jugar bien porque vestir la camiseta del Valencia exige «un alto rendimiento». «Un jugador lo que quiere es jugar que es para lo que se prepara. Dos partidos, pues dos», apunta. Eso sí, incide en la volatilidad de la afición para encumbrar o cuestionar a técnicos o jugadores. «En Valencia se pasa con mucha facilidad del todo a la nada, de convertir a un ángel en un demonio y a la inversa», lanza el exjugador que, durante la década que vistió la camiseta del Valencia (1975-1985), en el campo se caracterizaba por su gran capacidad de lucha y sacrificio.

Para Eloy Olaya, las dudas del Valencia no son «ni problemáticas, ni únicas». «El problema del Valencia es el mismo que el del otros equipos de su nivel y es el exprimir al grupo. La Liga, en este arranque, se ha igualado porque físicamente los equipos modestos han empezado muy fuerte, mientras los de mayor presupuesto y con perspectivas más altas tienen que equilibrar los esfuerzos porque están en dos competiciones. No es lo mismo física y mentalmente prepararse para un partido a la semana que para dos», argumenta. Y es que, a su juicio, en equipos que no tienen «el plantillón» del Real Madrid, el competir en Liga de Campeones y en Liga se les «atraganta».«El problema del Valencia, para mi, no es de ahora, sino que se remonta a hace unos meses. El técnico tuvo que enfocar toda la pretemporada a la clasificación para la Liga de Campeones y eso supone un desgaste tremendo. Empezar la Liga con dos empates ante equipo inferiores a él no le fue bien», defiende.

«Cuando se juega Champions, a ese partido se le pone mucha tensión e ilusión porque es lo más y, eso indirectamente, puede afectar al jugador. De ello, es lógico, se resiente el equipo que, si encima juega contra un rival inferior que se motiva al jugar contra ti, ya está», apunta. «Los modestos esta temporada están jugando con mucha intensidad y eso obliga a que el rival, como mínimo, la tenga que igualar con el desgaste continuo que ello implica. Si tienes una plantilla muy amplia y compensada las rotaciones no se notan pero si vas justito es lógico que se produzca un pequeño bajón», completa.

El problema del Valencia, para David Albelda, es por una parte su «irregularidad» y, por otra, el no saber compatibilizar dos torneos al máximo nivel. «Al Sevilla y al Atlético en la Champions y al Athletic en la Liga Europa también le está pasando», concreta. Pero va más allá: «Se habla de que se ha mantenido el bloque del año pasado cuando no está ni Diego Alves, Otamendi y André que, junto a Parejo y Alcácer eran la columna vertebral del equipo. La base del año pasado, ahora no la tienes».

«Ahora lo que hay que hacer es trabajar con sentido y hacia un fin que debe ser el de la regularidad. Nuno tiene un hándicap que es que, con tantos partidos se ve obligado a hacer rotaciones y le va a costar acoplar al equipo. En ciertos puestos hay mucha diferencia entre los jugadores que compiten por el», reflexiona. «En lineas generales, el equipo no ha hecho ningún partido redondo y el aficionado no ha salido del campo ningún partido plenamente satisfecho», valora.

Amedeo Carboni recuerda que, siendo Héctor Cúper técnico, el arranque de la liga «fue aún peor» y la reacción fue «fantástica». «Perdimos los cuatro primeros partidos, empatamos el quinto y luego ya fue todo a mejor», indica. «En el futbol puede ocurrir cualquier cosa y el Valencia lo está viviendo en sus carnes. Después de una gran temporada en la que todos los jugadores rindieron a un nivel alto es algo normal un pequeño bajón. Lo más importante es que el técnico recupere a los jugadores y cuanto antes empiecen a sumar puntos. Focalizar todos los problemas en el partido del Athletic no es justo porque San Mamés es un estadio complicado», indica. La juventud de la platilla es ,a juicio de Carboni, la clave. «El equipo necesita un poquito más de fuerza. Cuando en una plantilla hay tanta gente joven y las cosas no van bien no es extraño que se flaquee . Lo que hay que pensar es que si el año pasado se hizo una gran temporada con un grupo parecido se puede volver hacer». «¿Qué quienes es el responsable de lo que está ocurriendo? De todos, y por eso las cosas van mal. No hay un sólo culpable. Confio en que todo cambiará porque he vivido este tipo de problemas y, si todo el mundo va junto y en una dirección, se puede sacar adelante».

Salva Ballesta, desde la distancia, opina que «sólo» Feghouli está rindiendo a un buen nivel y que el «estado de ánimo de los jugadores» se nota que no es el mejor. «El equipo da la sensación de que todavía no ha conseguido desarrollar el futbol al que nos tenia acostumbrados. Sólo sobresale Feghouli. El bloque es el mismo pero hay algo que está enturbiando la tranquilidad y eso es lo que está impidiendo hacer buen futbol», aduce.

Miguel Ángel Ferrer «Mista», uno de los pilares del equipo del doblete, apunta al cansancio como uno de los motivos que llevan al Valencia a navegar por el ecuador de la clasificación. «Más allá de los problemas del Valencia, mi sensación es que a nivel global la Liga está un poco loca. El Atlético, por ejemplo, se ha reforzado muy bien pero no trasmite las mismas sensaciones que la temporada pasada cuando era mucho más fiable. Los equipos, sobre todo los de la parte de arriba, están pagando la cantidad de partidos que se disputan. Los que hacen el calendario no se dan cuenta del desgaste que tanta competición genera entre los jugadores. Un futbolista no puede aguantar el jugar 90 partidos y sólo un mes después volver a jugar a alto nivel y sumando aún más partidos», lanza.

Juan Sánchez, columnista de este periódico, afirma que la temporada del Valencia CF se desarrolla de menos a más porque, según entiende, «este año llegó mucha gente nueva, muy joven, y es normal que cueste su adaptación a una liga tan exigente como es la española. Aún así, y conscientes de que tendrán que ir a más y justificar el porqué de su fichaje. En principio, y desde la experiencia, a todos los equipos que llegan futbolistas nuevos y gente joven les cuesta un poco más que al resto que mantienen la base de otros años».

Para el que fuera delantero valencianista, «el equipo debe mejorar en todos los aspectos. Se debe presentar un plus de mejora tanto en lo defensivo como en lo ofensivo. Aún así, el equipo no está descabalgado en la lucha de nada. Pero insisto en que se necesita tiempo y tranquilidad para que las coas vayan a mejor y sería mucho más propio realizar una valoración al final de la temporada».

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