Tras el parón y después de la derrota en Bilbao, el equipo de Nuno regresaba a Mestalla casi un mes después del último precedente

„el del 25 de septiembre ante el Granada„ que era, además, el único triunfo hasta ayer de los de Nuno ante su afición en la presente temporada.

Tal vez por ello, y porque el mal tiempo, con lluvia intermitente, no acompañaba demasiado, costó entrar en calor. La gente se apiñaba en los vomitorios antes del encuentro apurando el momento de ocupar sus asientos. Luego, una vez ubicados, algunos se encargaron de «estrenar» los nuevos videomarcadores „seis hay ya„ pitando a Nuno cuando su imagen aparecía en ellos.

La situación cambió cuando el balón empezó a rodar. Todavía hay un amplio sector que entiende que, cuando el equipo juega, hay que estar a su lado, y eso se dedicaron a hacer. Sobre todo, tras el primer gol, en propia puerta, de Charles en el minuto 19. Y más aún una vez que André Gomes pusiera el segundo en el 32.

El penalti injusto a favor del Málaga calentaba los ánimos, pero la gran parada de Jaume hacía vibrar de rabia a toda la grada que cada vez tenía más claro que iban a presenciar el segundo triunfo de su equipo en casa y que coreaban el nombre del portero y también el de André Gomes. La afición, por fin, pudo disfrutar de un triunfo solvente de un equipo que genera mejores sensaciones.