Con empate a cero, en el minuto 52 de partido, la parroquia de Mestalla se desesperó y volvió a cantar «Nuno vete ya, Nuno vete ya», antes de corear el nombre de Negredo. Si se tratara de un plebiscito, la preferencia de la parroquia blanquinegra es clara, hecho que también se observó con una pancarta a favor del «7», que siguió el duelo en la grada. Hasta ese momento, todo se centró en el derbi. Cuando llegó el gol de Alcácer, la gente se quitó la tensión y la Curva Nord cantó «sapos» a los aficionados visitantes, antes de cantar «queremos al Levante UD en Segunda B». Y nada más señalizar el final del partido, a pesar del 3-0, Mestalla pidió la marcha de Nuno, y luego aplaudió a los futbolistas.

Saliendo de este particular «duelo» entre Nuno y Negredo, los pitos de Mestalla al Levante UD sonaron con eco cuando el equipo azulgrana salió a calentar. Desde que el club «granota» se instaló en Primera División, la hostilidad del recinto blanquinegro „ahora tricolor, con el naranja como más destacado„ hacia las huestes azulgranas ha ido aumentando. El valencianismo tiene una explicación para argumentar esta actitud: se siente dolido por el trato que ha recibido su equipo cada vez que visita Orriols, una costumbre en las últimas seis temporadas y una rareza anteriormente. Ya nada es igual desde que el Levante UD es una amenaza para el Valencia en la Liga. Una amenaza social, se entiende. No tardaron en aparecer los cánticos de la Curva Nord hacia el enemigo. «A Segunda, oe, a segunda oe» fue la música con la que la sección más ruidosa del estadio acompañó el calentamiento de los futbolistas del Levante UD.

El duelo del cap i casal comenzó en las gradas como en el césped. Con frialdad. Sí, hubo pitos, pero los el índice de decibelios al principio se fue intensificando con el desarrollo del encuentro. La tarde, ya muy oscura, comenzó con un gran tifo de la afición valencianista en la gradas frente a Tribuna. Miles de cartulinas con los colores de la senyera recibieron al Valencia en la salida de los dos equipos. Con el lema «Amunt» bien definido, por supuesto. Al derbi de Mestalla no faltó, como es de rigor, la afición del Levante UD.

Una representación ruidosa „es un decir, porque desde el «gallinero», por mucho que griten, poco se oye„ se instaló en zona para visitantes, en lo más alto del Gol Xicotet. Como otros años, hubo recuerdo a la antigüedad de ambos clubes. «Som el degà del cap i casal», rezaba una pancarta reivindicativa. Y no faltaron los disfraces de Halloween en un día como el de ayer. Corrieron a cargo de aficionados jóvenes, por supuesto, que son los que intentan darle raigambre a la fiesta. Lo mismo que el derbi, cada vez más asentado. Hubo pocos huecos en Mestalla, con una gran entrada.