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Análisis

Grave tropiezo que rompe una inercia

El Valencia sufrió ayer un grave tropiezo en Mestalla, al empatar a uno ante la UD Las Palmas, en un partido que rompió la buena inercia tras golear al Celta el Balaídos

Grave tropiezo que rompe una inercia

El tropiezo de ayer fue inesperado y vuelve a generar las dudas sobre el equipo.

La primera mitad evidenció la pegada del equipo de Nuno, que a los siete minutos ya se había puesto por delante en el marcador gracias a un gol de Paco Alcácer. El delantero de Torrent es un nueve a la antigua usanza. Está en el momento justo y en el lugar oportuno. Recibió un precioso y preciso pase de André Gomes, y lo empujó a la red. El portugués es un jugador que maneja las dos piernas, que tiene mucha calidad, y que cuando arranca con el balón controlado y en velocidad, es complicado pararlo.

Sin embargo, fue la UD Las Palmas el equipo que dominó el centro del campo, tocó con criterio y facilidad, y se hizo dominador del juego. Esto no gustó a la afición de Mestalla, que comenzó a mostrar su desaprobación con silbidos. El equipo de Quique Setién demostró que le gusta jugar bien al fútbol y al toque. Jugó con demasiada facilidad en todas las zonas del campo.

Al descanso se llegó con la ventaja de 1-0 en el marcador y esa sensación de que la calidad individual del Valencia CF, pese a que el equipo no estaba jugando del todo bien, excesivamente replegado en todas sus líneas, podía marcar el segundo en cualquier momento. Porque Alcácer, André Gomes o Feghouli podían aparecer en cualquier momento.

Eso quizás es lo que le echó a faltar al rival porque, pese a disfrutar de la posesión del balón y tocarla bien, tampoco crearon excesivas ocasiones de peligro. Y si las creó, ahí estaba el meta Jaume, para realizar un par de intervenciones de mérito. Araujo lo sabe. Le hizo una parada espectacular. El guardameta es el titular del Valencia. No hay duda. Porque lo demuestra partido a partido. Y eso es lo que le mantendrá en el once: la regularidad.

En la segunda parte, la tónica siguió siendo la misma. El Valencia CF no se hizo con el centro del campo, pese a la entrada de Enzo Pérez, ni con la posesión del balón. Ambas cosas fueron para la UD Las Palmas que, conforme iban pasando los minutos, se estiraba sobre el césped de Mestalla. Tanto fue el cántaro a la fuente que al final llegó el gol del empate. Jonathan Viera, que volvía a Valencia, marcó e igualó el encuentro. Era el justo premio a los méritos que estaba realizando su equipo.

No espoleó el gol en contra al Valencia CF. Lejos de que el equipo de Nuno se hiciera dueño y señor del partido, y que mandara y creara ocasiones de peligro, el fútbol continuó siendo demasiado plano y no se disfrutaron de oportunidades para darle la vuelta al choque. Es más, quien tuvo la más clara fue Momo y luego Araujo para el que pudo ser el 1-2.

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