El Valencia tiene hoy una roca en el camino. Visita al mejor equipo, según las estadísticas, de la Segunda B. El Barakaldo, un histórico de categoría de bronce, es líder de su grupo con once victorias, tres empates y una derrota. Y el más sólido, junto al Atlético de Madrid, de las tres primeras competiciones. Sólo ha encajado siete goles en quince jornadas. Todo un homenaje al hercúleo fútbol vasco de toda la vida.

El conjunto vasco tiene en la defensa, como reflejan sus cifras, su principal virtud. Pero guarda otros secretos que explican su emergente situación. Como por ejemplo, la segunda juventud de dos de sus futbolistas: Alain Arroyo e Iker Hernández. El primero, mediapunta, está considerado como el «Aduriz» del conjunto vizcaíno. Con mucho recorrido en Segunda División, el centrocampista lidera el juego del equipo. Vive su momento de esplendor.

En la delantera, el entrenador, David Movilla, dispone en la recámara de Iker Hernández, ex de la Real Sociedad. Yurrebaso suele ser titular, pero el primero apunta hoy a saltar al césped desde el inicio.

El equipo vizcaíno no afronta el cruce como un premio que genere una buena inyección económica a las arcas del club, objetivo ya cumplido con creces ya que el estadio rozará el lleno en sus casi 8.000 localidades. Su técnico avanzó en el objetivo de eliminar al conjunto y seguir avanzando en el torneo del ko mirándose en el espejo de equipos que como el Mirandés hace cuatro años alcanzó las semifinales con jugadores como Alain Arroyo, actual capitán del Barakaldo.

La trayectoria del conjunto vasco esta temporada alimenta el optimismo y la ilusión generada en una afición que ve cómo su equipo domina con su grupo de Segunda B con pulso firme. Ganar sin encajar ningún gol hoy es el reto del conjunto vizcaino, consciente de los problemas del Valencia, con desagradables experiencias en Copa ante rivales de Segunda B.