­Gary Neville presenció, desde el palco privado reservado a Peter Lim, el ambiente de las grandes ocasiones en Mestalla. El mismo que ya vivió en dos ocasiones como lateral del Manchester United, en las visitas en Liga de Campeones, y el mismo que reclamó en su presentación como técnico el pasado jueves. El adiós de Nuno, largamente reivindicado por la grada, y el mensaje sólido del novel técnico de Bury han logrado, y no es poco, que la afición ponga el cuentakilómetros a cero. Ayer se recibió al equipo con las mejores galas, tirando de mosaico gigante.

Neville se ha mantenido estos días aislado del trabajo del equipo para no alterar los tiempos del trabajo de Voro González en una semana particular, en la que había partido entre semana de Copa del Rey y con la planificación con menos de tres días de margen del encuentro de anoche en Mestalla ante el FC Barcelona. No obstante, ayer aprovechó la jornada para presenciar en la ciudad deportiva de Paterna el duelo de filiales entre el Mestalla y el Barça B. Todo un gesto que confirma, como el mismo avanzó, que quería empezar cuanto antes su inmersión valencianista.

Sin haber dirigido de momento ningún entrenamiento „lo hará mañana lunes a partir de las 11 horas„, la figura del mayor de los Neville continúa reportando muchas reacciones. Tanto en Valencia como, sobre todo, en Inglaterra, donde su figura es muy conocida y venerada. Los medios británicos ya teorizan sobre el futuro del entrenador del Valencia, y parece que una realidad cobra fuerza. El periplo de Neville en Mestalla acabará el próximo 30 de junio, con independencia de que triunfe o no en la entidad blanquinegra. Si logra enderezar el rumbo del equipo de aquí a final de curso, su nombre subirá muchos enteros para regresar a Inglaterra con más experiencia.

La hipotética opción del Manchester United, el club en el que pasó toda su etapa como futbolista, es una de las que le seduce. Old Trafford saludaría su regreso con honores de héroe. Y si, por el contrario, no ha logrado dar al Valencia el golpe de efecto deseado por su amigo y gran valedor Peter Lim, su paso por el club se interpretará, sin argumentos para la renovación, como una etapa de transición hacia un nuevo proyecto.

Finalmente, Lim no asistió al encuentro. La presencia del magnate singapurés se mantuvo como una incógnita, durante toda la semana y hasta el último momento. De hecho, el club mantuvo preparado el operativo logístico por si, finalmente, aparecía.