Gary Neville tiene definido un ideario futbolístico que, de poder llevarlo a la práctica, agradará a un público como el de Mestalla que premia la garra y la intensidad de su equipo, como se vio ante el FC Barcelona. El equipo ideal de Neville debe responder a tres parámetros básicos, en los que se delata una nítida influencia de las enseñanzas de Alex Ferguson.

Por un lado el juego por los extremos, con la incorporación de los laterales. La presión en campo contrario es otra de las premisas elementales para Neville. Una faceta común con el Valencia de Rafa Benítez, que robaba la pelota cerca del área rival y que mantenía el balón alejado de la portería propia. Por último, la idea de Neville, según se extrae de sus comentarios en Sky Sports, es su predilección por llegar con mucha gente al remate, tanto delanteros como centrocampistas con llegada. Una particularidad muy británica „los clásicos goles de Scholes, Gerrard o Lampard„, pero que tampoco es ajena a Mestalla, con las entradas desde la frontal del área de Rubén Baraja. Todas estas intenciones se ejecutan con un juego de marcado perfil agresivo.

Los gustos de Gary Neville se adaptarán sin ánimo invasivo, como ya avanzó en su presentación como técnico, a la idiosincrasia del Valencia y a la cultura de juego de la liga española, en la que ya ha comenzado su acelerada inmersión. En sus apariciones televisivas también se asoman, en clave de humor, reflexiones sobre la creciente muticulturalidad de la globalización: «Vivimos en una sociedad multicultural, mucho más abierta a las ideas internacionales. Si me hubieras dicho hace 20 años que mientras conduzco por Bury, mi barrio, veo a alguien que se sienta en la terraza de una cafetería y bebe un Latte, me habría reído. De hecho, incluso no habría sabido lo que es un Latte».