Desde la canasta de una grúa, dos hombres observan el entrenamiento. Lo graban. Gary Neville así lo ha pedido. Al técnico le gusta analizar las sesiones y el rendimiento de cada jugador durante la escasa pero intensa hora que los futbolistas están sobre el césped. El técnico, sin embargo, no puede comunicarse bien con ellos. El idioma, tal como preveía, es una barrera. Hacia los jugadores y hacia su segundo, Angulo. Gary trasmite a Phil sus ideas y éste, con su escaso castellano, trata de trasmitírselo a Angulo, pero no siempre lo consigue. Y ahí aparece la figura del traductor. David Le Moel, analista de rendimiento, ha sido el elegido para desempeñar la función. El inglés, natural de la isla de Jersey, se ha convertido en una figura imprescindible para trasmitir lo que Gary quiere. Y quiere, jugar para ganar. Para lograrlo, el técnico ha roto con la rutina establecida por Nuno en los últimos quince meses. Desde el primer minuto, el balón es protagonista en los entrenamientos y, en las charlas tácticas, el técnico se apoya en imágenes para explicar sus ideas y que se asimilen con más facilidad. La lista de convocados, por ejemplo, se anunció antes de la comparecencia del técnico y hoy, entre otras cosas, los jugadores acudirán directamente al hotel de concentración (12,30 horas). Siete años después, el equipo pasará las horas previas en el Westin y no en el Valencia Palace como hasta ahora. Y los cambios, creen algunos jugadores, no han hecho más que empezar.