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La pizarra de de Javi Subirats

Un mal punto que se convierte en bueno

Un mal punto que se convierte en bueno

El punto es bueno. Pero insuficiente para engancharse a las posiciones de cabeza de la clasificación. Tras lo visto en el partido, hay que dar por bueno el empate. Pero todavía hay muchas cosas que mejorar. Porque la primera mitad fue muy floja y sólo cuando el Valencia CF fue por detrás en el marcador, estiró sus líneas. Estas son las claves del partido:

Papeles cambiados. El Valencia CF y el Eibar intercambiaron ayer los papeles. El equipo de Gary Neville, carente de fútbol ofensivo, fue completamente superado por su rival, por lo que el resultado de 1-0 con el que se llegó al descanso fue justo y merecido. El Eibar fue superior en todos los aspectos.

El Valencia CF presentó un once muy defensivo, con el equipo muy replegado y carente de profundidad, y la iniciativa correspondió al Eibar. Capa y Keko, por la banda derecha, sacaron a relucir todas las carencias de Orban. En el centro del campo, Dani García y Escalante fueron los que marcaron el ritmo del partido. El centro del campo valencianista, muy apagado en todo momento, nunca dio muestras de vida.

Vivir de sensaciones. Hay un dato objetivo. Contundente. El Valencia CF no remató ni una vez a portería en la primera mitad. Un disparo alto de André Gomes, y algo de peligro en acciones de estrategia o a balón parado, fue lo único destacable. El peligro del Valencia CF fue más de sensaciones que de otra cosa.

Sin embargo, el Eibar, cuando llegó a la portería de Jaume lo hizo con peligro. Y aquí, una vez más, el portero fue el mejor de su equipo. El Valencia CF tenía que haber planteado el encuentro de otra manera, no comenzar tan metido atrás, sino tratar de llevar la iniciativa del juego o, al menos, jugarle cara a cara al rival.

Muchos fallos en defensa. El Valencia CF siempre ha sido grande cuando ha cerrado su portería. Pero el equipo lleva una dinámica fatalista en cuanto a los fallos en defensa. Son muchos, demasiados, y cuestan demasiado caros. Es cierto que en los dos últimos partidos, ante el Barça y el Eibar, se ha logrado marcar para empatar un partido que se había puesto complicado, pero si no se cometieran tantos fallos en defensa estaríamos hablando de una mejor clasificación. Estoy convencido.

Demasiadas expulsiones. No sé lo que está sucediendo, pero al Valencia CF le están penalizando en exceso las expulsiones. Ayer, Orban se fue antes de la hora al vestuario. Lo peor de todo es que la expulsión del futbolista argentino fue injusta. Porque la acción es un balón por alto, y ambos jugadores saltan y luchan sin otro objetivo que ganar la acción al contrario. Una expulsión pesa mucho. Y casi siempre suele acabar en derrota del equipo.

El Valencia se sobrepone. Hablo de Jaume y lo hago porque considero que está siendo decisivo. Si el Eibar llega a marcar de penalti, el resultado del encuentro hubiera sido otro. El Valencia CF supo sobreponerse a una expulsión injusta, se fue hacia arriba incluso con diez futbolistas, y al final tuvo la suerte de marcar el gol. Es cierto que hubo fortuna, porque a lo largo del partido el Eibar fue mejor equipo, pero me quedo con esa reacción del grupo.

Muy cerca de la victoria. El fútbol es tan grande que el Valencia CF tuvo hasta una última oportunidad para llevarse la victoria. Si damos por bueno que el gol del Eibar fue en propia portería, la ausencia de remate fue la nota más destacada del encuentro. Pero si pensamos que en la última acción del choque, el Valencia CF pudo llevarse los tres puntos, más de uno se habría llevado las manos a la cabeza. Por eso digo que el fútbol es algo muy grande.

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