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El borde del área

Una idea

Una idea

Otro empate en Mestalla. Y van ya demasiados esta temporada. El Valencia va camino de convertirse en el rey del empate. Dicha circunstancia no es nada halagüeña en un equipo que pretende acercarse a la parte alta de la tabla clasificatoria. De igualada en igualada no se llega muy lejos, y ya van cinco semanas sin ganar en la liga. No hay objetivo que pueda alimentarse con semejante goteo de puntos.

Empate a dos con un equipo que cometió errores defensivos rozando la grosería (fundamentalmente el episodio protagonizado por Abdennour y que supuso el 1-2). Sin embargo, me quedo con el rayo de luz que supone que en poco tiempo el equipo ofreciera con el balón en los pies una cara distinta.

Es una evidencia que Gary Neville no dispone de tiempo para madurar conceptos. Incluso que lo tiene mal para que sus jugadores desarrollen sobre el terreno de juego algo distinto a lo que había venido haciendo el equipo en el último año y medio.

Desgraciadamente, el tiempo perdido con Nuno ha sido demasiado, y entre la voluntad del equipo y sus objetivos comienza a abrirse una insalvable distancia. En ningún caso infranqueable por número de puntos, quedan 66 por disputarse. Pero la actual distancia numérica con los lugares de Europa League (el de Champions, de momento ni lo contemplo) no permiten tropiezos.

La carrera contra-reloj de los chicos de Gary Neville se asemeja a aquel viejo concurso televisivo de los años 80 en el que el concursante disponía de tres comodines para poder llegar a su premio final. Conforme iba gastando los comodines se quedaba sin margen de error. El Valencia ya ha desperdiciado demasiados comodines, no tiene casi opción de poder equivocarse.

Pese al enemigo añadido de la distancia en la tabla clasificatoria, es cierto que he referido anteriormente que la única luz en la que creer es que el equipo volvió a tener una idea futbolística cuando buscaba la portería contraria.

El ataque del Valencia ya no es solo una secuencia automatizada portero-central-pivote-lateral/interior-centro a la olla. Se vieron más cosas y la grada lo agradeció.

Sin embargo, Neville debe torear con otros dos enormes obstáculos: la condición física del equipo „paupérrima„, y los ánimos de la tropa „cada vez más mermados al ser conscientes de que siguen lejos de su mejor versión pese a poner la mayor de las voluntades„.

Lo bueno es que ya hay una idea, y todo nace por ahí. Lástima que la idea surja en diciembre. Se malgastaron muchos meses.

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