Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Una mejoría por confirmar

Luces y sombras de Gary Neville

El Valencia juega más adelantado, genera más ocasiones, pero su defensa sigue atascada: ni defiende ni saca el balón jugado

Luces y sombras de Gary Neville

­El Valencia de Gary Neville ha dado un salto cualitativo en el juego respecto al de Nuno, por mucho que todavía no se note en los resultados. El equipo sigue arrastrando carencias de grueso calibre, sobre todo defensivas, que lo han rezagado en la clasificación, a 13 puntos del cuarto, el Villarreal. Estas son las luces y las sombras en estos cuatro partidos de Liga dirigidos por Gary Neville.

Más producción ofensiva

Entre el partido en el Pizjuán, cuando el Valencia de Nuno ni se acercó siquiera a la portería sevillista y el del domingo en Mestalla ante el Madrid, cuando generó al menos cuatro ocasiones de gol, se ve con nitidez la distancia entre un conjunto y otro. Gary Neville insiste en adelantar las líneas, en presionar más arriba y en dar más opciones de pase que se traduzcan en espacios y ocasiones de gol. La aparición en los últimos partidos de Cancelo y de Rodrigo de Paul, así como la notable mejoría física de André Gomes, impresionante ante el Madrid, ayudan a que Alcácer ya no se sienta tan solo. Gary Neville ha liberado a Cancelo del sometimiento táctico de Nuno (apenas le dejaba pasar del medio del campo). El técnico inglés entiende que la velocidad y la habilidad del portugués son un caudal irrechazable para atacar. En cuanto a Rodrigo de Paul, Gary ha encontrado un interior con regate y facilidad para el último o penúltimo pase, como en las acciones desequilibrantes ante El Madrid.

Los centrales, un lastre

Para presionar en campo contrario, como pretende Gary Neville, los centrales deben fijar las marcas y cerrar todas las opciones de contra del rival. No como sucede en el Valencia. El ejemplo de la última jugada del choque ante el Madrid (un lanzamiento largo al que llegó con ventaja Bale ante la desubicación de Santos) es claro. Tanto Santos como Abdennour conceden demasiados espacios. Y a eso le añaden la poca naturalidad de ambos en la salida del balón. No traspasan líneas de presión del adversario y eso complica la vida de los centrocampistas de Neville. Sobre Abdennour, los técnicos del Valencia aun confían en recuperarlo. Piensan que atraviesa una crisis de confianza tras su mal partido ante el Getafe, reflejada a su vez el domingo en los primeros minutos frente al Madrid. A todo eso agregan una serie de faltas totalmente innecesarias que cuestan puntos. La de Aderlan Santos a Soldado, de espaldas a la portería, propició la falta al borde del área que transformó Bruno. La de Cancelo, como lateral iquierdo, a Lucas Vázquez, supuso el centro de Kroos y el cabezazo de Gareth Bale para el 1-2, posteriormente neutralizado por Alcácer.

La comunicación, compensada

El hecho de que Gary Neville solo hable inglés y la mayoría de los ju gadores, español o portugués, es un inconveniente, en parte compensado por la gran cantidad de imágenes que los técnicos están pasando individualmente a cada jugador a través de los i-pads. El ambiente en el vestuario es saludable. Los jugadores creen en Gary, «un tío de fútbol», según lo describen, que domina los códigos de cómo comportarse en la caseta. Su hermano Phil, más extrovertido, tiene química con los jugadores. Los dos técnicos, nada arrogantes, están abiertos a sugerencias de otros entrenadores de la casa más experimentados.

Parejo, de mediocentro

Fue una idea en su día de Ernesto Valverde que alargó Voro cuando hubo de hacerse cargo del equipo. Y que ahora los Neville han adoptado para darle la salida más limpia posible a la pelota desde el eje. En parte también porque los centrales titulares (hasta la reparición de Mustafi) tampoco se atreven a superar líneas con los pases o con la conducción del balón (tipo Mascherano). Los técnicos están satisfechos con Parejo de 6 porque «siempre pide el balón», no se esconde ni ahora ni antes. «Critican a Dani (Parejo) si falla un pase. Pero cómo no va a fallar si casi ha sido el único que arriesga en los pases», lo defienden en el vestuario. El cuerpo técnico también está contento con el joven Danilo, sobre todo por su «intensidad defensiva».

Con el tanto de penalti del domingo, Parejo suma cinco en Liga. Tres menos que Alcácer, una garantía ante el gol, con mejores perspectivas ahora que sus compañeros se atreven a acompañarlo. La vuelta de Rodrigo Moreno, tras tres meses de lesión, puede generar más ocasiones aprovechando la velocidad en el desmarque de ruptura del hispanobrasileño. En eso está Gary Neville, en la búsqueda del equilibrio entre las mejoras atacantes y los ajustes defensivos.

Compartir el artículo

stats