Jonathan Viera (Las Palmas, 1989) está en la larga lista de futbolistas que pasaron de puntillas por el Valencia. No fue por una cuestión de falta de talento, que como centrocampista canario lo lleva en los genes. A Viera se le achacó, como a tantos otros, cierta indolencia. Tras un prometedor despegue, con dos goles y una muestra de su clase en aquella temporada 2012-13, fue perdiendo protagonismo de la mano de Pellegrino. Después fue cedido al Rayo y cuando regresó a Mestalla, Nuno lo descartó. Tras perderse el partido de ida por un asunto familiar, Viera se enfrenta mañana (Nuevo Insular, 21 horas) al Valencia en la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey. A su equipo le vale el empate sin goles después del 1-1 de la ida.

Sabe perfectamente qué es eso de la «presión de Mestalla». «Conozco muy bien la casa. Sé que la gente exige mucho y que en el Valencia hay que tener mucha personalidad para jugar», aseguró antes del partido de su equipo en Orriols, el pasado lunes.

«¿La presión de Mestalla? depende cómo la lleves. A nadie le gusta que su afición le critique, pero es lo que hay en el Valencia», aseguró con conocimiento de causa. Llamado por el entonces director deportivo, Braulio Vázquez, Viera aterrizó en el Valencia como un prodigio técnico. Un futbolista de la escuela canaria, pero con un matiz: un punto de rebeldía, producto de una infancia difícil. Aún así, no le sirvió para triunfar en el Valencia.

El futbolista no cree que el problema actual del Valencia sea la inexperiencia. «Lo de la gente joven y veterana a estas alturas ya no importa. Vemos a chavales que salen y juegan con un desparpajo enorme. El problema es otro. Por ejemplo, tienen un entrenador nuevo que seguramente se está adaptando y eso lleva un proceso», explicó. «Sé que están viviendo un momento complicado, no está fácil, pero yo confío mucho en el Valencia. Si ganan un partido van a despegar porque tienen un equipo muy bueno», añadió.

Viera destaca el temperamento de Parejo. «Cuando yo jugaba aquí también le pasó algo similar, pero en unos meses cambió la situación y se convirtió en uno de los jugadores más importantes del equipo. Parejo tiene una personalidad muy grande y seguro que es uno de los que menos le afecta la presión», dijo.