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Análisis

La voluntad choca con la falta de calidad

Sobre el papel, era una alineación equilibrada. Pero, sólo dispuso de una ocasión en la primera parte

La voluntad choca con la falta de calidad

La alineación del Valencia parecía esta vez más equilibrada que la del Camp Nou. El equipo salió al césped con una defensa en la que volvió Abdennour, mientras Siqueira apareció en la izquierda. Por delante, Zahibo otra vez como medio defensivo; Parejo estaba llamado a crear el juego y André Gomes como el centrocampista más adelantado. En las bandas , Neville colocó a jugadores más específicos para esas posiciones, como Feghouli y Cheryshev . Sobre el papel, parecía una alineación que iba a dar más rendimiento de lo acostumbrado. Pero sólo ocurrió a ratos y más durante la primera parte.

Demasiadas imprecisiones

El Valencia presionó bien a Betis en el primer tiempo, dificultándole mucho las cosas en el centro del campo. La batalla fue muy intensa, pues el Betis recurrió a la misma táctica. El resultado: el Valencia jugó con mucha entrega y trabajo, pero con poca precisión. En definitiva, mostró más voluntad que calidad. Su primera ocasión no llegó hasta el minuto 19, en un disparo lejano de André Gomes que ni siquiera fue entre los tres palos. El Betis también dispuso de una opción para marcar, en su caso más clara, con un chut Van Wolfswinkel que neutralizó Ryan.

Un juego plano

Tras una primera parte muy plana, en la segunda estaba por ver el tono físico que iban a poder ofrecer los dos equipos. La cuestión era ver quién era capaz de mantenerlo. El Valencia tuvo que realizar un cambio obligatorio, por la lesión de Siqueira. La salida de Gayà no alteraba los planes del Valencia. Era una pieza por otra.

El mazazo del gol

Lo que sí que alteró los esquemas del encuentro fue el gol del Betis, en una buena transición ofensiva que terminó con un tiro del peligroso Van Wolfswinkel que remachó Rubén Castro. La jugada vino precedida por una falta a Feghouli, por un codazo que había recibido en la banda y que protestó sin éxito al árbitro y al juez de línea.

La factura de fallar goles «cantados»

Con la ventaja del Betis en el marcador, la situación se complicaba, pero el Valencia reaccionó de manera inmediata. Cheryshev entró hasta la línea y entregó la pelota a Negredo en una ocasión muy clara, en la que Vargas sacó el balón de la línea de gol. Fallando esas ocasiones, es difícil ganar o empatar un partido.

El lastre de las tarjetas

El Betis cerró líneas para defender el resultado, de forma que sus contras cogían más desguarnecida a la defensa del Valencia. Para colmo, el conjunto blanquinegro estaba muy cargado de tarjetas. El cambio de Rodrigo por Feghouli no varió en nada la situación táctica, cuando se podría haber hecho con el cambio por Zahibo, que tenía amonestación y podía dejar al equipo en inferioridad. La situación la revirtió por fin el entrenador, Gary Neville, con la entrada de Santi Mina. Retiró a Zahibo y puso a Rodrigo más cerca de Negredo. Sólo llegó un gol en fuera de juego de Mustafi y otro de Molina por parte del Betis. Con la expulsión de Gayà aparecieron más dificultades. El Valencia aún sacó la rabia y en el descuento Rodrigo estuvo a punto de conseguir el empate. Un punto que hubiese sido insuficiente.

A perro flaco, todo son pulgas

El equipo tiene que reaccionar. Además, ni Mustafi, ni André Gomes ni Gayà podrán jugar ante el Espanyol. A perro flaco, todo son pulgas. El Valencia no demuestra sobre el campo su teórica superioridad.

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