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Al nord magnètic

Regreso al pasado

Regreso al pasado

Me encanta ver cómo el Valencia va recuperando la genética de ese club que fue campeón tanto en los terrenos de juego como en los despachos. A diferencia de Amadeo Salvo, a mí sí me gusta mirar al pasado, claro depende de que pasado, para recordar cómo sí se puede hacer una gran gestión y convertir al Valencia en el mejor club del mundo. Ya lo hicimos. Fuimos capaces de ser un ejemplo. Por eso me gusta mirar al pasado. Poco a poco.

Me alegro mucho y a la vez me da mucha tranquilidad que los actuales dueños del Valencia vean con buenos ojos recuperar a antiguos protagonistas de los mejores años. Si Jesús García Pitarch ha vuelto al Valencia es por todo lo que demostró en su primera etapa y también por el crecimiento como profesional que ha experimentado en los últimos años. Al igual que Vicente Rodríguez, uno de los mejores jugadores de la época del doblete, que ahora quiere demostrar su valía desde la moqueta. Por eso ha vuelto el de Benicalap, por su glorioso pasado. Y ahora le toca el turno a Paco Ayestarán, que afronta su tercera etapa en Mestalla. Un extraordinario profesional. El mejor preparador físico que ha tenido el Valencia, pero que en este momento llega reconvertido en entrenador. Un técnico que habrá que tener muy en cuenta para el futuro más inmediato, empezando por los días que Neville tendrá que ausentarse por sus compromisos con la selección inglesa. Incluso se pensó en el regreso del propio Jaime Ortí, aunque a día de hoy no está clara su incorporación y desconozco el porqué no se ha llevado a cabo. Otro paso más hacia el pasado para emprender el futuro.

Y todas estas decisiones se toman justo cuando se disipa el humo vendido por otros y nos damos (se dan) cuenta que esto del fútbol es mucho más difícil que poner dinero, aunque sea mucho.

El club parece que está en plena reconstrucción. Y lo que cada vez está más claro es que quieren apoyarse en personas que han demostrado su enorme capacidad en un pasado, más o menos reciente, en el Valencia. A mí, personalmente, este nuevo rumbo me parece inteligente, acertado y sobre todo efectivo. Ahora sólo falta que los jugadores y el club en general vuelvan a los actos de la peñas. Sería bueno para todos, aunque dé mucho trabajo.

García-Pitarch y Ayestarán tienen un aspecto en común. Los dos son mucho más, profesionalmente hablando, del cargo que pone en sus tarjetas de visita. Demos la bienvenida al pasado.

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