El entrenador del Valencia, Gary Neville, valoró ayer la inyección de confianza que ha recibido él y el equipo tras firmar la tercera victoria consecutiva, que alejan al conjunto de Mestalla de la zona de descenso y le acercan de nuevo a posiciones europeas. «La palabra que explica mi sensación ahora no es liberado. Es feliz. Me siento feliz por ganar y a los futbolistas les ocurre lo mismo», aseguró el técnico inglés, que sumó ayer su primera victoria en la Liga fuera de casa. Precisamente en el mismo escenario dónde había conseguido golear en la Copa (0-4). «Ya habíamos ganado, pero hacerlo en una liga tan competitiva como la española es muy difícil», añadió.

Neville destacó la fuerza que ha cobrado el Valencia en la última semana y recordó la fe del vestuario en los malos momentos. «Hemos visto que este equipo no ha dejado de creer en los malos momentos. Ahora tenemos a todos los futbolistas recuperados, a falta de que Abdennour vuelva a entrenar a finales de esta semana. Coincide que tenemos al equipo al completo y en el momento en que está más fuerte. Ahora nos gusta más mirar hacia adelante. Hay que continuar con las victorias. No nos podemos dejar llevar», explicó el entrenador, que ayer recibió el apoyo de Pako Ayestarán en el banquillo.

Tres meses después de su llegada a Valencia, Neville pronunció sus primeras palabras en castellano. «Hay partidos jueves, domingo y jueves. ¡Cuatro partidos!», dijo en referencia a la importancia de recuperar a todos los futbolistas ahora que el equipo se dirige hacia los octavos de final de la Liga Europa y se ha animado en la Liga.

Para Neville, el Valencia mereció la victoria. «Normalmente, se nos quedan en la memoria los últimos 15 minutos de cada partido. El Granada tuvo ocasiones muy claras en los últimos minutos, pero nosotros las habíamos tenido clarísimas en la primera parte. Igual tenemos que reflexionar sobre las oportunidades que han tenido unos y otros, pero nosotros merecimos ir al descanso con una ventaja de dos goles», afirmó.

Finalmente, explicó el enfado del entrenador del Granada, José Ramón Sandoval, en una confusión. «He preguntado al cuarto árbitro cuánto tiempo quedaba y él pensó que me estaba quejando de una falta».