Caras de rabia y de incredulidad. El Valencia cayó eliminado de la UEFA Youth League y el rostro de los integrantes del club era de ira e indignación. El empate en los 90 minutos dio pie a los penaltis y ahí el árbitro se erigió como protagonista. Tras anotar la primera pena máxima el Chelsea, Alberto Gil hizo lo propio, pero el colegiado dictaminó que el balón no había entrado. La situación fue más grave teniendo en cuenta que además del árbitro principal, había un asistente cuyo único trabajo era estar pendiente de si el balón rebasaba o no la línea. Y sí, la había traspasado por casi un metro. La cantera de Paterna había dado la talla y había complicado la vida al campeón de la temporada pasada, pero un error le deja fuera de la Champions juvenil. A no ser que la UEFA atienda la reclamación del Valencia y ordene repetir la tanda de penaltis.

El partido se desarrolló según lo previsto. Igualdad entre ambos equipos y mucho respeto. El miedo a fallar era evidente pero el Chelsea comenzó a sentirse cómodo y encontró el punto débil del Valencia; la espalda de la defensa. Los dos centrales tuvieron ciertos fallos de concentración y ahí apareció Palmer para tener la primera gran ocasión del partido enviando el balón a la madera. Justamente al mismo palo que desembocaría en polémica una hora después.

El Chelsea, a pesar del error, encontró su punto fuerte y lo aprovechó minutos antes del descanso cuando Jay DaSilva marcó en una jugada similar a la anterior, que primero detuvo el meta valenciano Sivera, aunque en el rechace no pudo hacer nada. Escasamente un minuto después del tanto local, el Valencia empató el partido tras un penalti cometido sobre Rafa Mir y anotado por Carlos Soler, el mejor del cuadro de Javi Sanchis en el choque disputado ayer en Londres.

En el segundo periodo todo siguió igual. Encuentro igualado con los dos equipos tratando de golpearse pero sin muchas ocasiones. La defensa del Valencia cerró filas y Carlos Soler comenzó a dominar el espacio en el centro del campo enviando balones continuamente a Rafa Mir e Isma Martínez, quien había entrado tras la lesión de Sito.

El propio Isma Martínez fue el protagonista en el final del choque tras tener dos grandes ocasión, la primera de ellas en un mano a mano contra el portero que no pudo convertir en gol. La más clara fue la del penalti que pitaron sobre Antonio Martínez, quien también se marchó lesionado. Isma erró el penalti.

Con el empate final, los dos equipos se citaron en el punto de penalti y ahí comenzó la pesadilla del Valencia. Colkett anotó en primer lugar para los de Londres y Alberto Gil envió el balón a la madera interior de la portería. Sin embargo el árbitro aseguró que el esférico no había llegado a entrar. El escándalo provocó la reacción de Sivera, protagonista principal de la acción, ya que estaba esperando su turno detrás del juez de línea.

Tras anotar todos los penaltis restantes, el Valencia se marchó de Londres entre lágrimas. Con la tranquilidad del trabajo bien hecho pero el ánimo por los suelos al ver que el equipo había vuelto a dar la talla. El club tratará de darles a los chicos lo que merecen, la oportunidad de repetir la tanda.