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La pizarra de Subirats

Los errores individuales penalizan al colectivo

Los errores individuales penalizan al colectivo

El Valencia CF parece que no da la talla cuando se enfrenta a un equipo bien organizado. Ante los equipos más flojos solventa sus compromisos, pero cuando tiene un conjunto bien trabajado y de nivel, como el Athletic, saca a relucir todas sus carencias. Y ayer, los fallos individuales, tanto en defensa como en ataque, penalizaron en exceso. Así se explica la derrota por 0-3:

Dos formas distintas de entender el fútbol

La primera mitad fue muy abierta. Ambos equipos buscaron la portería rival, pero por caminos bien distintos. Mientras que el Valencia CF lo hacía de forma directa, muy vertical, el Athletic prefería madurar la posesión del balón y su juego era más de toque. El equipo de Valverde disfrutaba de superioridad en el centro del campo gracias a la labor de Muniain, quien siempre bajaba para ofrecerse. Además, el Athletic siempre intentaba que el Valencia iniciara jugada con Mustafi o Santos, por lo que el fútbol local se resentía. Aún así, ambos equipos disfrutaron de oportunidades de gol „Negredo„ y, como hemos dicho, el primer tiempo fue muy abierto y sin un claro dominador.

La labor arbitral queda en entredicho

Uno de los aspectos negativos que nos deja el primer tiempo fue la labor arbitral. El colegiado Gil Manzano estuvo muy cuestionado ayer en Mestalla. Muy protestado. Un posible penalti a Andre Gomes, errores de apreciación, y alguna tarjeta amarilla que sobraba, hicieron que no estuviera lo acertado que requiere. En la segunda parte, y tras una tarjeta a Cancelo, incluso provocó el enfado de Gary Neville. Pero el árbitro no tuvo nada que ver en la contundente derrota del Valencia. Nada de nada.

Fallos ofensivos

El Valencia CF no estuvo acertado en ataque. A sus delanteros les faltó el gol. El equipo tuvo ocasiones para marcar, pero ni Negredo primero ni Paco Alcácer después, estuvieron acertados. Me quedo con la labor de el de Torrent. Alcácer necesitó muy poco tiempo en el campo para disfrutar de una oportunidad. Hizo lo más complicado, y falló en la definición. Pero el movimiento fue muy bueno. En el caso de Negredo, creo que el jugador necesita un plus de mejora para convertir todo lo que toca. Es cierto que está marcando, pero también ha fallado muchas oportunidades porque le falta ese punto más de precisión que se logra estando en su mejor nivel. Si el Valencia no marca, lo paga caro.

Fallos defensivos

La segunda mitad fue tan igualada como la primera. Neville lo intentó todo. Cambió las bandas de sitio, a Santi Mina y a Cherysev, y luego movió el banquillo dando entrada a Alcácer y Feghouli. Pero pese a los movimientos del inglés, fue el Athletic quien comenzó a cotizar al alza. Valverde también había jugado sus cartas, y su equipo comenzó a sentirse cómodo. Fueron las pérdidas de balón, los errores individuales, los que penalizaron al grupo. Y costaron tres goles además del partido. Primero perdió el balón Santi Mina. Y esa acción acabó en un remate de cabeza de Sabin Merino ante la pasividad de Mustafi y Cancelo, „porque nadie sabe dónde estaba Santos„ y comenzó a significar el derrumbe con el 0-1. La sentencia la firmó Muniain, el 0-2, en otra pérdida de balón. Esta vez de Parejo. Y la rúbrica la puso Aduriz en la jugada más dolorosa. Cuando Parejo se agachó en el área y dejó rematar a placer al delantero del Athletic para dejar el 0-3 en el electrónico de Mestalla.

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