Neville, como casi en todos los partidos, hizo un buen planteamiento técnico pero una borrasca inoportuna encharcó el terreno el juego y benefició al Athletic, cuyo entrenador por su raigambre vasca está más acostumbrado al mal tiempo que nuestro exótico técnico de la cálida Manchester. El Valencia perdió otro partido como casi siempre que se enfrenta a un equipo medianamente ensamblado, pero deslizó una exhibición de voluntarismo y tesón. El Valencia, en 180 minutos de enfrentamiento contra el filial del Athletic y contra su matriz, no ha sido capaz de marcarles un gol, pero qué buena actitud. El Valencia fue y volvió de Bilbao pareciendo un equipo menor ante uno de sus primeros retos europeos teniendo en frente a un gigante con mucho más presupuesto, pero es que tiene una plantilla muy joven y están aprendiendo.
El liderazgo de Neville no asoma jamás cuando habla, pero es que los traductores siempre traducen mal sus mensajes. Los futbolistas se toman al entrenador como si fuera el colega yogui del propietario y llegan a reírse cuando no sabe qué decisiones tomar, pero es todo porque reina un gran ambiente. Todavía no se sabe muy bien qué aporta Angulo al cuerpo técnico, pero al menos sabe inglés (ah, ¿que no?).
Hasta ahora la política deportiva del Valencia dependía de factores exógenos al propio club y del lejano dedo amigo, pero eso ha cambiado porque Suso García Pitarch es el manager que devolverá la solvencia deportiva. Lim sigue rumiando la renovación de Neville, pero no es porque sea un inconsciente sino porque le gusta apostar de verdad por los suyos. Se sigue penando la falta de planificación pero ya no volverá a ocurrir porque Suso y Neville se llevan fenomenal y colaborarán entre sí por el bien común.
Rodrigo tiene el olfato de gol del «Alacrà» Aristizabal y emula su paso, pero cuánto talento atesora en sus botas. Feghouli lleva una larga sucesión de partidos abstraído del grupo, pero es que está renovándose encima. André Gomes demuestra su incapacidad para liderar cuando sopla el viento frío, pero es mucho más guapo que Parejo. El Valencia no alinea su once de gala en San Mamés a pesar de tener allí la única oportunidad para comenzar a luchar por la Champions, pero es que los chicos deben llegar muy frescos al derby.
Hay que agradecerle algo a este proyecto: nos han convertido en unos hábiles fabricantes de excusas.
